De las orillas del Baudó al fútbol europeo, así fue el sueño imparable de Yaser Asprilla

Foto/Federación Colombiana de Fútbol (FCF)
«El Cheo» es, en estos momentos, quizá la persona más famosa y comentada en Tienda Nueva, un corregimiento del Valle donde inició su vida futbolística
.Aunque nació en el Bajo Baudó-Chocó, desafiando la corriente del inmenso río y jugando fútbol a pie limpio, la alegría abundaba a pesar de la ausencia de juegos infantiles, canchas múltiples o gimnasios. Esa libertad inocente acompañaba la infancia, incluso cuando el orden público era difícil en este lejano territorio.
A pesar de todo, el pequeño «Cheo» empezó a forjar en sus pies descalzos la técnica, la velocidad, el sueño y el deseo de algún día salir de ese territorio remoto para mostrarle al mundo sus aptitudes y la grandeza deportiva de la tierra chocoana, que a menudo se pierde sutilmente, como el río Baudó cuando desemboca en el Pacífico colombiano.
Así fue la niñez de Yaser Asprilla, el otro mediocampista más joven que integra la Selección Colombia mayores de fútbol y que, a sus 21 años, ya es parte del Girona de España y tiene una oferta del Benfica de Portugal para unirse a sus filas. Nació el 19 de noviembre de 2003 y se ha convertido en uno de los 5 jugadores colombianos con mejor rendimiento y cotización, en el fútbol europeo.
Quizá muchos se pregunten: ¿cómo hizo este futbolista para salir adelante en el balompié si donde vivía solo se llega en lancha o avión? La respuesta va más allá de un simple “porque sí” o “porque así es la vida”. Más bien, es el resultado de creer, tener confianza y un poco de suerte al estar en el lugar preciso; también de mirar lejos, tomar decisiones, aceptar consejos, ser humilde y creer en lo imposible.
Esto fue lo que vivió Yaser
Su familia se trasladó al corregimiento de Tienda Nueva, donde Sergio Bustamante, un conocido entrenador y cazatalentos, llegó buscando perlas escondidas del fútbol. Su olfato le indicó que aquel niño de siete años era una promesa mundial. Bastó verlo gambetear por primera vez, la precisión en sus jugadas y la autoridad con que manejaba la pelota, para saber que tenía un talento que nunca antes había visto.
Y no se equivocó. Tras dos años de entrenamiento, vieron la necesidad de ponerlo a competir y empezaron a buscarle una oportunidad en el Envigado Palmira, donde jugó, se destacó y saltó a La Cantera de Héroes de Antioquia.
Allí, Yaser, con solo 11 años, llamó la atención de jugadores como Totono Grisales y Juan Carlos Ramírez, quienes lo llevaron al Envigado F.C., donde estuvo algunos años jugando en las divisiones menores y progresivamente en el equipo profesional. De allí arribó al Watford de Inglaterra y posteriormente al equipo donde hoy demuestra su buen fútbol y la personalidad que lo caracteriza, dentro y fuera de las canchas.
Ahora, este chocoano que aparece en la portada de varios medios de comunicación en el mundo espera mientras se negocia su traspaso al fútbol portugués, donde, sin duda, mostrará por qué se ha valorizado tanto en tan poco tiempo. Según Transfermarkt, su valor pasó de 15 a 20 millones de euros, una cantidad considerable para el joven jugador cafetero.
Ya ha marcado dos goles con la Selección Colombia en partidos amistosos: uno frente a Guatemala y otro frente a Rumania. Ahora, este mediocampista solo espera el momento en que el entrenador Néstor Lorenzo le diga: “Cheo, al campo de juego”.
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