Relación Salud-Deporte-Educación: fórmula estratégica para potenciar la calidad de vida
El ciudadano por su parte, debe demandar con su presencia y participación en los eventos deportivos, no solo la existencia y realización de estos, si no también la calidad de los mismos.
La calidad de vida es un concepto con múltiples interpretaciones, quizás entre las más comunes se encuentre la idea de felicidad, aunque algunos teóricos y técnicos la sigan relacionando únicamente con la satisfacción de necesidades básicas o con los niveles de ingresos por persona.
Sin embargo, es importante resaltar que más allá de las múltiples interpretaciones, la calidad de vida guarda una estrecha relación con la salud y la educación de las personas, aspectos claves que incluso determinan los indicadores de desarrollo humano en cada país. Allí, el deporte aparece como una forma de satisfacción que además de responder con algunas necesidades en particular, potencia y desarrolla otras necesidades de forma simultánea; es decir, el deporte y la actividad física además del entrenamiento o la recreación, son alternativas estratégicas para elevar los niveles de salud y educación en la población.
Por lo anterior, son también necesarias las acciones que en materia educativa ayuden a promover las prácticas deportivas y la actividad física. Es decir, existe una fuerte relación entre salud, educación y deporte.
Uno de los grandes retos que tienen los entes territoriales, no solo en el Eje Cafetero si no también a nivel nacional, es ampliar la oferta deportiva y de la actividad física, fortalecer la promoción de hábitos y estilos de vida saludable y mejorar la calidad de los servicios que en la materia se ofrecen. Obviamente, allí los recursos cuentan, no siempre por su cantidad o disponibilidad, si no más bien por la eficacia en la ejecución y el impacto social que realmente puedan generar.
El ciudadano por su parte, debe demandar con su presencia y participación en los eventos deportivos, no solo la existencia y realización de estos, si no también la calidad de los mismos.
El deporte y la actividad física, contribuyen de manera sustancial a disminuir los índices de morbilidad y mortalidad; también la adquisición de hábitos y estilos de vida saludable elevan los niveles de productividad social y económica…, mejora las relaciones intra-familiares y disminuyen los factores de estrés. Es así, como el papel de la educación en la relación deporte y salud, también resulta determinante, porque conlleva a la adopción de una cultura de la salud que disminuye el costo de vida, al ser altamente preventiva, pero sobre todo eleva los niveles de felicidad y calidad de vida.