Pregonero de Tu historia: En homenaje al dirigente fallecido en Pereira el 6 de marzo de 2019
En estas líneas me he propuesto destacar parte de la gestión del prestigioso dirigente al frente del Deportivo Pereira. Pero su tarea fue mucho más allá, llegando a ser Presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, e integrante del Comité Ejecutivo de la Conmebol. Hizo posible que Pereira fuera sede de grandes eventos, desde suramericanos hasta el Mundial de fútbol sub 20 en 2011.
Desde su pequeña talla física, con su bigote al mejor estilo texano, su infaltable cartera, y el ímpetu de un carácter fuerte, emergía el hombre futbolero. Siempre amable, pero recio. Así era Hernán Mejía Campuzano. Durante cuatro lustros fue noticia como dirigente del Deportivo Pereira. Era objeto de fuertes críticas porque casi siempre tuvo que lidiar con las derrotas. Pocas veces saboreó el triunfo con el conjunto Matecaña. En los momentos de crisis se convertía en un gigante para salvar al equipo. Era Polémico. Fuimos muchos los comentaristas deportivos de la ciudad que lo confrontamos. Pero al final pasaba la tempestad, ese huracán se calmaba y de nuevo daba la cara al cronista.
Administrar un equipo sin estructura y sin presupuesto hace la tarea difícil. Pero Don Hernán, como le decíamos, estaba hecho a la medida para esa gestión porque tenía muy buenos contactos entre la gente del fútbol.
Entre historias y anécdotas
El año: 1988. El escenario: cancha de Muebles Pereira de don Arturo Echeverry. El protagonista: Oscar “Galea” Galeano.
Era un sábado, previo al inicio del Campeonato, y el técnico Miguel Dizz no tenía la nómina completa. El dirigente del Pereira Hernán Mejía hacía todo tipo de gestiones y logró que llegaran desde Bogotá Wilfrido Rincón y Federico Valencia. Desde Medellín arribó a última hora el “Galea” Galeano. Se hizo una corta práctica y el equipo quedó listo.
Había mucha tensión porque el arranque era en el clásico como local frente al Quindío. Aquella tarde del debut en el Hernán Ramírez el equipo del “Chiche” Dizz parecía un relojito, como si llevaran muchos partidos juntos. Deportivo Pereira goleó 4 x 1 al onceno cafetero. Fue un despegue soñado. Y Galeano anotó.
Ningún rival bajó al Pereira del primer lugar en un pentagonal donde estaban América, Cali, Caldas, Quindío y Pereira. 15 equipos integraban la Dimayor y fueron distribuidos por zonas en el primer semestre.
Así fue siempre en el Pereira, sin dinero en caja, pero con un directivo que levantaba el teléfono y encontraba la solución. Algunas veces llegaban los resultados y había tribunas llenas, en otras ocasiones el equipo no marchaba, aparecía la indisciplina, el bajo rendimiento, los despidos, y las infaltables demandas. ¿Cuántas veces visitó don Hernán los juzgados? En muchas ocasiones hablaba más el abogado del equipo que el director técnico en los programas deportivos.
El viejo zorro del fútbol:
En 1982 la ciudad tuvo un Deportivo Pereira poderoso gracias a la chequera de Octavio Piedrahíta quien no sólo compró el equipo ese año, también adquirió bienes inmuebles en la ciudad, y hasta preguntó cuánto valía el estadio Hernán Ramírez Villegas.
Pero esa es una historia para otro capítulo. Sigamos con Mejía Campuzano. En pleno Torneo Octagonal de ese año la delegación Matecaña tuvo tropiezos para llegar a Bogotá donde debía enfrentar a Santa Fe. No recuerdo las razones por las cuales el equipo estaba en Cali. La conexión hacia la capital tardó algunas horas y el plantel pereirano llegó al Campin minutos antes de la hora señalada para el juego.
Hernán Mejía Campuzano ordenó guardar en algún sitio el equipaje y manifestó que la utilería del equipo no había llegado en el vuelo con la comitiva Matecaña. El plantel de jugadores tuvo espacio para descansar, y dos horas después comenzó el partido en el Campin. Pereira venció 3 x 1 al Santa Fe. La maniobra de un hábil dirigente respaldó al equipo en un momento confuso. Emergió “El viejo zorro del fútbol” como lo llamó Carlos Alfonso Ryaño.
La contratación de los paraguayos:
Deportivo Pereira es conocido como el equipo de los futbolistas paraguayos en Colombia desde su fundación. Y casi siempre se ha tenido éxito con la llegada de muy buenos exponentes del fútbol Guaraní, pero también llegaron algunos “paquetes” (entiéndase malos jugadores), porque al fin de cuentas es un negocio.
Desde Olimpia y Cerro Porteño, los más encopetados, hasta los más humildes equipos del país sureño como Cerro Corá y Tempetary de los hermanos Rojas, han sido surtidores del equipo Matecaña. Epifanio Rojas fue un buen contacto para el Pereira en Asunción.
En entrevista concedida a este cronista Hernán Mejía Campuzano señaló que cada año viajaba a Paraguay con dos mil dólares para traer los refuerzos, que generalmente eran un defensor, un volante de marca, volante armador y un goleador.
Lo curioso fue que en cierta ocasión Hernán Mejía se disponía a viajar al sur con otro directivo, pero se pegaron dos más. El tesorero, dizque porque manejaba el dinero, y el contralor municipal, para controlar el gasto. La gestión no fructificó y lograron contratar apenas dos jugadores. Es decir que viajaron cuatro “dirigentes” para traer dos jugadores. Como para Ripley. En aquel tiempo el Deportivo Pereira era manejado por el Municipio.
Los gestos de don Hernán:
En el ejercicio periodístico es normal fijar posiciones, tener opinión, y esto molesta a quienes son objeto de las críticas. Quien escribe estas líneas trabajaba en RCN Pereira en 1984. En un programa deportivo cuestioné al Presidente del Deportivo Pereira por no permitirle a la Liga Risaraldense de Fútbol programar los partidos preliminares en el estadio Hernán Ramírez.
Hernán Mejía Campuzano se molestó y a partir de ese momento decidió negarme la información.
A eso se le llama Veto. Se cortó la relación, y durante tres años el reportero se volvió muy recursivo para buscar la información del equipo local para brindarla a la audiencia.
Transcurrieron así tres años, y con muchos hechos desagradables en el camino con manifestaciones agresivas de lado y lado. Pero… llegó el día del reencuentro en un evento de Acord Risaralda. Se limaron asperezas. Como don Hernán ya era integrante de la Federación Colombiana de Fútbol entonces pasaron cosas muy agradables. Estando en Manizales, en el partido número 100 del Pibe Valderrama con la Selección, me facilitó hacer una nota con él. Todas las publicaciones de libros y revistas de la Conmebol me llegaban sin problema.
En 1997 este cronista estaba en Paraguay en representación de Caracol, con ocasión de un partido de la Eliminatoria. Llegó don Hernán y me dijo: … “Danilo, el Dr Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol, nos invitó a algunos dirigentes a una cena en su casa; yo quiero invitarlo para asistir a ese evento”, enfatizó. Después de agradecerle, le dije que no podía aceptar porque tenía un encuentro con los exjugadores paraguayos del Deportivo Pereira, con quienes me proponía realizar unos reportajes de la historia Matecaña. La verdad es que la relación periodista- dirigente pasó del infierno a la cielo. Y quiero registrar un hecho curioso. Nunca nos tomamos un tinto, pero al cronista le quedó la tranquilidad del deber cumplido. Descanse en Paz don Hernán.
«Unidos somos más. Más deporte, más región»