Mamás tras bambalinas que hacen posible la grandeza de nuestro deporte

Mamás tras bambalinas que hacen posible la grandeza de nuestro deporte

Foto/Pablo Bohórquez. Sofía Múnera, Tenista colombiana y su mamá.

Se acerca el día de la madre, una fecha que se ha impuesto desde el orden comercial para “reconocer” el rol de aquellas mujeres que asumen con responsabilidad la crianza y el cuidado de sus hijos.

Por ello es común observar, cómo en diferentes escenarios (incluidos los medios de comunicación) se intenta indagar por aquellas virtudes que reflejan las madres ejemplares y las visibiliza como el ideal de mamá. Y es válido destacarlas, apreciarlas y expresarle nuestros agradecimientos como hijos y como sociedad.

En materia deportiva, seguramente llegarán las historias de aquellas mamás que de forma ejemplar compiten en alguna disciplina, en algunas ocasiones con éxitos destacables y en otros con actuaciones discretas. Pero es necesario para este medio de comunicación, reconocer el rol, la labor y el acompañamiento de aquellas madres que están tras bambalinas, en muchas ocasiones hasta como entrenadoras; las que inspiran a sus hijos e hijas a la práctica de algún deporte, que cultivan desde siempre el deseo por que sus semillas asistan, se formen, aprendan, se transformen y acojan las virtudes de las prácticas deportivas.

Foto/World Archery. Sara López, Arquera colombiana y su mamá.

Son mamás que pocas veces se hacen visibles, no suben al podio pero con frecuencia registran los logros de sus hijos, que independientemente  del lugar de clasificación competitiva, para ellas (las mamás), estarán indiscutiblemente en el primer lugar.

Son seres que asumen quizá con mayor rigor esos desplazamientos a otras ciudades, incluso otros países y que muy seguramente acompañan a la par de una plegaria, quizá un velón encendido que concentra toda la fe, para que su hijo o hija cumplan con el sueño de la competencia.

Mamás incansables, mamás ejemplos, más de respaldo, mamás de motivación, mamás de confianza, mamás de amor… esas son las verdaderas mujeres que día a día en el devenir de lo cotidiano, están atentas a un buen desayuno, a garantizar la pulcritud de la indumentaria, pero también a llamar la atención y a reprender cuando se pierden los horizontes de la actuación deportiva.

Foto / Pablo Bohórquez. Mateo Gómez, Tenista colombiano y sus padres.

Sin duda, son mamás tras bambalinas que hacen posible la grandeza de nuestro deporte nacional. A esas mamás que tienen nombre, rostro y autoridad debemos decirles gracias infinitas por tanta esperanza, por tanto respaldo y por tanto ejemplo para construir una nación amorosa desde la promoción y la competencia deportiva.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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