La final del Interligas, un contraste entre figuras del fútbol femenino infantil
Este lunes 4 de junio Antioquia se hizo al título en el Campeonato Nacional Interligas de Fútbol Infantil Femenino, después de vencer a Valle 1-0. Más allá del resultado, las figuras del campeonato, Linda Caicedo e Isabela Álvarez vivieron momentos diferentes en el estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira.
El fútbol es de emociones como la vida misma, sin embargo cuando se busca un objetivo y se ha trabajado por él hasta el cansancio, el deporte de la pelota redonda, no siempre garantiza el éxito. Fue lo que vivió Linda Caicedo, la goleadora del campeonato quien salió envuelta en lágrimas del partido que su selección, Valle, perdió ante el archirival Antioquia.
Cuando la central pitó el final del partido, la mitad de Valle se fue al suelo, el desconsuelo entre las jóvenes deportistas que no perdieron un solo partido durante el campeonato, pero que sería la final la decepción, se sintió en las graderías de un escenario que para ellas es ajeno.
Linda no celebró el título de campeona pero tuvo todo para ser la máxima artillera del evento, desde la fase preliminar hasta la final en Pereira, logró la suma de 15 anotaciones, toda una destreza con el balón y las piolas. Pero no, ella no quería eso, ella quería la figuración de sus compañeras, de goles ya sabe y a la distinción ni siquiera la miró cuando se la entregaron.
Caicedo no podía contener más, la desilusión le entró por el botín, el mismo que le sirvió de cómplice para las 15 dianas y le llegó hasta el corazón, para luego romper en un llanto quejoso y desconsolador. Sus compañeras que también estaban llorando, hicieron una pausa para alentar a la estrella del equipo, tal vez la mejor del torneo.
Por otro lado, en un ambiente festivo se encontraba Isabela Álvarez, de irrefutable condición en sus pies para jugar con la pecosa; ella además de jugar bailó a ritmo de música y al ritmo de regate. Autora del único tanto de la gran final, Álvarez sirvió con un trabajo impecable a sus compañeras, fue un complemento de esquema para la divisa montañera que se quedó con la primera posición.
Álvarez se hizo a la zona izquierda en cada partido, su habilidad para evadir rivales la comprometieron siempre en el once del técnico José Gerardo Londoño. Fue carta para el ataque por ese extremo, y fórmula en la contención por esa zona en la mitad del campo.
Mientras Caicedo lloraba, Álvarez festejaba, desconociendo quizá que en el futuro podrían estar juntas, por qué no, en una Selección Colombia, en un equipo de la liga, o enfrentándose en una categoría mayor entre selecciones.
Las mejores jugadoras del torneo no tuvieron el más mínimo gesto la una hacia la otra, solo se cruzaron en el gramado como gesto propio de la competencia, pero por fuera de ella sus entornos se fundieron en sensibilidades y emociones. Linda la goleadora, Isabela la figura. Dos futuras estrellas para el fútbol femenino en Colombia.