La Carta Fundamental de Juegos Nacionales, una ruta por recuperar
Se avecina el montaje del proyecto a XXII Juegos Deportivos Nacionales y VI Juegos Paranacionales 2023, en un periodo donde hay todo por hacer en el deporte. Desde fomentar el trabajo con la reserva deportiva, hasta potenciar los procesos de quienes serán los representantes de la región en las justas.
Se ha hablado de infraestructura deportiva, de proyección deportiva, semilleros, de articulación intersectorial, hasta de una política pública que no excluya la importancia que tiene trabajar por el desarrollo de unos juegos como imagen de la región; pero escaso ha sido el tiempo que se le ha dedicado a la situación de la Carta Fundamental de Juegos.
Desde la perspectiva doctrinal, todo gran evento debe estar regido por unos principios jurídicos y de construcción colectiva. Esto con el objetivo de orientar el camino de quienes deciden navegar bajo estas lógicas.
Para los Juegos Deportivos Nacionales existe una carta, denominada la Carta Fundamental de Juegos Nacionales, que es la hoja de ruta para que los actores del sistema nacional del deporte, conozcan los pasos que deben seguir en materia de documentación, participación y clasificación a las justas deportivas, que se desarrollan cada cuatro años en Colombia.
En los últimos Juegos Nacionales y Paranacionales, desarrollados en Bolívar con subsedes en Nilo-Cundinamarca, Bogotá y Cali; la participación de algunas delegaciones se vio envuelta en escándalos que por la suavidad con la que se manejó desde los medios de comunicación, no repercutió en la imagen del naciente Ministerio del Deporte, como rector del deporte, la recreación y la actividad física en Colombia.
Las situaciones radicaron en la manera cómo mediante resolución, se les permitió a algunas delegaciones participar en disciplinas deportivas, sin haber cumplido con la reglamentación necesaria descrita en la Carta Fundamental de Juegos. Gesto, que para algunos entendidos en el derecho, representó una violación clara a la normativa de los Juegos.
Luego, lo que quedó en evidencia también es la manera cómo se desdibuja una figura tan importante como es el Ministerio del Deporte; pero también cómo otros actores que hacen parte del sistema, quieren burlar a última hora el debido procesos en el reconocimiento de la norma.
Miguel Acevedo, director de posicionamiento y liderazgo del Ministerio del Deporte, fue claro cuando aludió a que las dificultades que hoy se enfrentan en la materia, vinculan no solo a la gestión del organismo; además involucra a otros actores que deben comprender las falencias del sistema y trabajar de manera conjunta por encontrar la solución.
Respeto a la Carta
Cualquiera que sea la dirección que se asuma en el discurso de la directriz, esta debe propender por la transparencia, por el cumplimiento al documento; pero sobre todo, por promover una cultura del trabajo responsable al interior de los organismos deportivos, en este caso, las ligas deportivas y los entes territoriales.
El mal ejemplo en Bolívar, dejó en descubierto que desde el mismo Ministerio del Deporte tampoco se supo cómo manejar el asunto, humanizando el ejercicio de administrar, liderar y tomar decisiones.
El llamado es a que desde Caldas, Quindío y Risaralda, se asuma esta vocería, se lidere esa revisión a la Carta Fundamental y se encare con total empoderamiento las situaciones que puedan perjudicar el curso natural de las competencias en el 2023. Así, no solo se evita el beneficio para las potencias deportivas, también el perjuicio para quienes apenas tienen destinado lograr unas pocas medallas.
La preparación de cuatro años, no se debe opacar por la persistente manera de unos pocos, por querer sacar ventaja de manera poco ética en el mundo del deporte.
«Unidos somos más. Más deporte, más región»
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