Un resguardo indígena clasificó a los Intercolegiados Departamentales de Fútbol de salón

Fotos/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Con gran algarabía y jolgorio, la Institución Educativa San Lorenzo celebró su paso para la regional de Intercolegiados de fútbol de salón del Eje Cafetero.

En un reñido encuentro disputado en el Coliseo Menor Ramón Marín Vargas, de Manizales, el equipo del resguardo de San Lorenzo, integrado por estudiantes del grado 10º y 11º, venció 4-2 al colegio Francisco José de Caldas, de Pácora, y se ganó el derecho de estar en Envigado.

Aunque no fue un partido fácil por el nivel de competencias de las jugadoras pacoreñas, las deportistas emberas también demostraron que tienen técnica y madera para ganarse el departamental. Así lo demostraron al anotar el primer gol que llegó a través de la goleadora Katerine Guerrero, marcada con camiseta número 12, quien aprovechó un espacio en la media luna para inflar la red contraria.

Sin embargo, el empate llegó minutos más tarde y el juego se puso intenso por el buen ritmo de los dos equipos en el escenario.

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Luego vinieron dos anotaciones más que nuevamente nacieron de los pies de la delantera Guerrero, que se llevó el título de máxima anotadora de los Intercolegiados, con 11 goles. De esta manera, el primer tiempo terminó 3-1, con un marcador parcial que mantenía a las jugadoras de San Lorenzo en primer lugar. Ahora quedaban 40 minutos para que el equipo del Francisco José de Caldas perdiera, empatara o remontara el resultado.

Fotos/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Y el susto llegó para las emberas porque, iniciado el segundo tiempo, las jugadoras del Francisco José de Caldas anotaron otro tanto que les dio una luz de esperanza, pues se animaron con más llegadas al arco para empatar el encuentro. Sin embargo, el tiempo no les alcanzó, y al final el triunfo fue para el equipo de San Lorenzo que pronto viajará a Envigado para disputar el Regional Eje Cafetero, donde se enfrentará a los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Antioquia.

Hubo algo curioso en esta final, porque la clasificación no se dio en la cancha, sino en las estadísticas, dado que hubo un empate técnico con otro equipo que tenía los mismos puntos, así que se optó por mirar el juego limpio y, como las estudiantes de San Lorenzo no tenían ni una sola tarjeta amarilla, se ganaron la clasificación.

Fotos/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

La goleadora que jugó con guayos prestados 

Entre las jugadoras del equipo de San Lorenzo, hubo una estudiante que llamó la atención, se trata de Katerina Guerrero, de 17 años, quien se destacó no solo por ser la goleadora del campeonato al anotar 11 tantos en los tres partidos que jugaron, sino por su forma de dominar la número 4 y un detalle que pasó desapercibido, incluso para algunos integrantes del equipo.

La joven deportista tuvo que jugar el campeonato con unos guayos prestados, porque los que compró tenían taches y se resbalaba en la cancha de madera del coliseo. Por tanto, una compañera le prestó los suyos, pero le quedaron grandes porque eran talla 38 y ella calza 36, así que tuvo que decidir entre jugar a pie limpio o ponerse los alargados zapatos deportivos. Pero, como buena atleta, no se amilanó; consiguió 5 pares de medias y pudo jugar con los alargados guayos.

Es la mayor de dos hermanas y una de ellas, que tiene 7 años, ya da sus primeros pinitos en el fútbol. Le encanta jugar con la camiseta número 12, aunque en esta ocasión tuvo que jugar con el 9 porque no había su número.

Para esta joven delantera, desde los 5 años el fútbol ha sido su aliado de crecimiento, porque desde transición veía jugar a los niños y no dudaba en entrarle al partido para darles cartilla con buenas gambetas y velocidad, habilidad que a los 9 años le abrió las puertas para ingresar a un equipo de fútbol, solo que era la única niña.

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Sin embargo, se dio a conocer por su habilidad y destreza en el equipo masculino, Manizales Fútbol Club, donde aprendió a enfrentar la rudeza y a jugar con decisión, aunque siempre escuchaba desde las gradas cuando los espectadores gritaban: ¡Cuidado con la niña!

Sus padres con quienes vive en una vereda ubicada a 25 minutos de Riosucio, la respaldan incondicionalmente porque saben de su talento y habilidad para marcar goles. Además, es buena estudiante y no se queja ni se desgasta alegando en la cancha, en cambio, sí se esfuerza por lograr que su equipo gane.

“Kate”, como le dicen algunas compañeras, está en décimo grado y entre sus planes está terminar el bachillerato, ser jugadora profesional y llegar a un gran equipo, y, como dice ella, “Pero si no lo logro, entonces estudiaré veterinaria o seré tecnóloga de electromecánica y hasta bilingüe”.

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