El Torneo Interclubes de Voleibol comienza a destacar algunas figuras en sus clubes
Dos juegos de la rama femenina se realizaron este viernes 1 de marzo en el Coliseo Menor de Pereira, donde el Club Modena de Pereira y la Universidad Católica de Pereira, fueron los vencedores en partidos agónicos que se fueron a tercer set.
Emotivos, cambiantes, un nivel altísimo y unos equipos luchadores se vieron en la jornada del viernes, durante una nueva fecha del Torneo Interclubes de Voleibol que se viene realizando en el Coliseo Menor de Pereira. A primera hora, es decir sobre las 7:00 p.m. las encargadas de abrir el telón de juego fueron los elencos de Galán y Modena, ambos de Pereira, donde la disputa de los puntos mostró dos equipos preparados tanto defensivamente como en ataque, mostrando jugadoras interesantes en ambos lados y que en algún momento incluso hicieron que los poco más de 120 personas que se acercaron a las tribunas, acompañaran cada punto con aplausos o gritos.
Modena vestido con un uniforme totalmente negro, fue el que más buscó el partido desde el arranque, contando con jugadoras muy importantes como Deisy Rodríguez, marcada con el número 29 en su espalda, quien fuese una de las encargadas con sus potentes ataques, de culminar las jugadas; Juliana Murcia con el tres en su camisa, mostró gran destreza al levantarle el balón a sus compañeras para que atacaran, siendo fundamental mientras estuvo en cancha; Yolima Román con la casaca cinco, fue una de las jugadoras que tuvo mayor rotación en el campo, ya que era primera opción de cambio, cuando el partido se complicaba, teniendo en cuenta que su ataque llevaba mucha potencia; iy finalmente, el apoyo en la defensiva de la jugadora líbero, esa que se reconoce normalmente por llevar un uniforme diferente al de sus compañeras, en este caso, era Adriana Naranjo, quien se hacía gigante con cada ataque de sus rivales y además arengando a sus compañeras en busca de la victoria.
Mientras que del lado de Galán que vistieron con un uniforme verde, también hubo interesantes jugadoras que hicieron lo posible por conseguir la victoria, una de ellas fue Juliana Castro, que con el número cuatro a su espalda y siendo la más alta en estatura de su equipo, intentó liderar los puntos con sus ataques o incluso siendo importante a la hora de recibir y neutralizar los ataques rivales; a Sara Suárez poco le importaba ser de las más pequeñas en el campo, teniendo el nueve en su camisa, ya que su talento la consolidó como pieza importante, recuperando balones que parecían perdidos o incluso habilitando a sus compañeras para los ataques; Sara Posada fue otra de las importantes jugadoras de Galán, la líbero (jugó con uniforme rojo), también se batió en el suelo del Coliseo como una fiera, hizo lo que pudo para apoyar a todas sus compañeras, aunque el desgaste en los últimos minutos, parecía le estaba cobrando factura en el último set.
Un juego bastante interesante, que se tuvo que definir en tres sets, luego que el primer set terminara con un 22 – 25 a favor de Modena, mientras que el segundo set finalizó con un 25 – 14 a favor de Galán. Todo se definía en el tercer y último set, donde nuevamente la destreza y poder en ataque de Modena opacó los intentos de Galán, quedándose con el juego con un 15 – 5 a favor.
Las universidades dieron cátedra de juego
A segunda hora, el juego fuerte de la jornada marcaba el duelo entre la Universidad Tecnológica de Pereira y la Universidad Católica de Pereira, donde las emociones, un partido parejo y un final increíble iban a estar a la orden del día.
Las primeras en dar el golpe fueron las de la UTP, vestidas con su uniforme amarillo y basadas en su juego en aprovechar la fuerza de dos importantes jugadoras, el ataque de Daniela Mejía, que marcada con el número cuatro en su camisa, imponía fuerza y ganas en la lucha de cada punto, mientras en la defensiva apoyaba su compañera Valentina Rojas, con el nueve en su camisa, que se hacía cada vez más grande salvando ataques rivales, por eso llevaron a su equipo a quedarse con el primer set con un muy parejo 25 – 23 a favor.
El segundo set mostró un gran cambio de actitud en la UCP, que aporreadas en su orgullo por haber perdido el primer set, salieron con todo en busca de emparejar las acciones. Un set que a la vez llegó con grandes emociones, con puntos bastante largos de ambos equipos, pero donde comenzaron a resaltar jugadoras como Tatiana Ladino, número dos en su camisa y Mariana Cardona con la siete en su espalda, ambas de la UCP, que vestía un uniforme negro. Ellas se pusieron el equipo al hombro y sin dudarlo, poco a poco fueron llevando a su rival a cometer algunos errores que costaron puntos importantes, por eso al final el marcador indicaba un 19 – 25 en su favor, igualando las acciones y llevando el partido a la definición en un tercer y definitivo set.
Con el juego igualado a un set por cada lado, ambos elencos escucharon sus entrenadores para replantear estrategias en la cancha, donde las amarillas se vieron mucho mejor en la primera parte, incluso alcanzaron a estar con una ventaja de ocho puntos. Una diferencia que parecía casi imposible de remontar, pero que gracias al corazón, las ganas y la entrega de cada una de las jugadoras de la Católica, esos puntos se fueron descontando hasta igualar las acciones en 14 – 14, generando en el público mayor atención y alegría en cada punto, donde finalmente las representantes de la UCP, se quedarían con una increíble victoria por 17 – 15, siendo tal vez el mejor partido en lo que va del torneo.