El sueño de la realidad

Foto/ Miguel Orozco/ U. Manizales Futsal

Aclaro, antes de todo, que trabajo en la Universidad de Manizales. Lo hago porque hablaré de los dos equipos de fútbol que se enfrentaron el pasado domingo 23 de mayo en la versión 18 de la Copa Ciudad de Villamaría.

Foto/ Suministrada/ Camila Espinosa

Los 35 jugadores inscritos para el partido, entre titulares y suplentes, algún día soñaron con ser jugadores profesionales y varios tuvieron algunos minutos en el Once Caldas. La mayoría pasan ya los 22 años y ahora están concentrados en ser profesionales en las carreras que estudian gracias a las becas deportivas de la Universidad de Manizales.

Pero que de esos 22 jugadores que empezaron el juego el domingo en Villamaría, al menos cinco no hayan logrado consolidarse en el equipo de la ciudad habla muy mal de los procesos en las divisiones inferiores del Once Caldas que, además, cada vez tiene menos jugadores caldenses.

Y habla mal porque el nivel de muchos de ellos está muy por encima de lo visto, por ejemplo, en varios jugadores del equipo blanco en esta Liga. Con el talento goleador de Juan José Castaño, la magia creativa de Rónald Arenas, la visión de Eddy Castaño o de Juan Esteban Ocampo o la velocidad de Sebastián Hernández o de Felipe González, quizás el equipo hubiera peleado la clasificación. 

Deivy Balanta, Jesús David Murillo, Duván Viáfara, David Valencia, Pedro Valoyes o Yoiver Gonzáles, parte de la defensa del Once Caldas, no son mejores que Sergio Castañeda, Sergio Ospina, Alejandro Zuluaga o Jhon Rodríguez los centrales titulares de los equipos de la Universidad el domingo pasado.

Foto/ Miguel Orozco/ U. Manizales Estudiantes

Qué bueno que existan torneos como la Copa Ciudad de Villamaría para visibilizar los talentos, en gran parte locales, de los que privan los intermediarios en el fútbol, los que piden $10 millones de pesos para poner de titular a un jugador y que no lo vuelven a tener en cuenta.

¿Qué pasa con las divisiones menores del Once? No puede ser que el sueño de varios talentosos se estrelle con la realidad de los agentes, empresarios y de la falta de visión de los ojeadores y buscadores de talentos.

PD: ¡Ah! El equipo de fútbol de la Universidad, el de siempre, el que dirige Francisco Ramírez (dos veces campeón de ese torneo con ese equipo) le ganó 2-0 al Futsal UManizales, al que la pandemia sí obligó a reinventarse.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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