El fútbol profesional del Eje Cafetero sigue estando en deuda con la región
El fútbol profesional del Eje Cafetero sigue estando en deuda con la región
Se vuelve a hablar de la realidad de los equipos de la región en el Fútbol Profesional Colombiano, donde los títulos escasean, el ascenso se encuentra perdido en el tiempo y el presente no da luces sobre lo que podría ser el 2019 para las escuadras.
Este fin de semana Deportes Quindío ratificó un momento reprochable en Santa Marta, después de caer 5-0 ante Unión Magdalena, prendiendo las alarmas al interior de la institución cuyabra y dejando en evidencia el malestar entre la prensa de este departamento.
El partido en el Sierra Nevada, abrió la discusión sobre cómo están siendo administrados los representativos de esta zona del país. Quindío con Hernando Ángel, sentenciado a buscar desde la dirigencia deportiva mejores resultados para la institución que lleva cinco años en segunda división.
Existen cuestionamientos en la manera cómo desde el área administrativa del plantel, persiste una lejanía con la afición y con los medios de comunicación; sin embargo esto no sería lo más preocupante, lo más desacertado del Deportes Quindío es que no tiene un proceso de base que refuerce el tramado institucional. Sin cantera, sin juveniles, y con un tímido equipo que marcha décimo en la tabla de posiciones del Torneo de Ascenso.
Deportivo Pereira aparentemente goza de mejor salud en la materia, la prensa de la ciudad ha presionado para que los procesos de base se vean de cara a apoyar el desarrollo del fútbol en el departamento de Risaralda. El cuadro matecaña, aunque no ha logrado llegar a primera división en siete años, tiende a tener un respeto por la opinión de los medios especializados en el deporte.
Aunque no todo es positivo en la escuadra de la Perla del Otún, el proceso de liquidación judicial ha imposibilitado destinar esfuerzos de mayor nivel, y durante dos años bajo la asesoría de Duván Vásquez, el cuerpo de jugadores jugó con limitaciones por los refuerzos que terminaron desangrando al equipo y aportando muy poco.
Para este 2018, Deportivo Pereira empezó con una «nueva» mirada, la del argentino Ariel Mario Aré, que sin empezar a construir un proceso de éxito, tiene al equipo cabalgando tercero en la clasificación, bajo las orientaciones del técnico José Fernando Santa, quien se sumó al objetivo y parecía traer al equipo en línea, pero sin dar ilusiones muchas ilusiones, dado que por lo visto ayer en Palmira frente a Orsomarso pone en tela de juicio la escasa confianza ganada en sus seguidores, lo que sin duda pone en sospecha lo que podría ser el remate del campeonato en la presente vigencia.
El onceno de la Perla Otún, le enseñó a sus hinchas que no pueden acreditarse en ilusiones, pues ha tenido torneos de ensueño donde su rendimiento es brillante durante el año, pero en la conclusión de la competencia se desinfla. Eso está pesando ahora, donde los aficionado al rojiamarillo no tienen certeza de tener una nómina plena que genere confianza para alcanzar la primera división.
Finalmente el Once Caldas, representativo de Manizales, marcha bien en la Liga Águila. La llegada del técnico cartagenero Hubert Bodhert, le ha permitido al caldense alejarse de la zona del descenso. Sin marcar diferencias sustanciales con otras nóminas de la liga, está cumpliendo con lo necesario, que es sumar para distanciarse del peligro.
Once Caldas tiene una deuda pendiente, es con su equipo femenino que no ha logrado encontrar un interés real por parte de la dirigencia para salir al campeonato del 2019 con aspiraciones fuertes. Este medio de comunicación conoció por una fuente de alta credibilidad, que las intenciones del blanco no están puestas en la competencia, sino en salir a participar con un equipo joven. Esto demuestra que desde la institución aun no se tienen mayores pretensiones con los procesos de desarrollo deportivo para las mujeres.
Sin bien Deportivo Pereira y Deportes Quindío tienen procesos que son duda hasta el momento en la rama masculina, saldaron la tarea con el femenino, al exponer a sus equipos en la Liga Águila Femenina 2017 y 2018.
Lo anterior no deja sino un panorama de insatisfacciones, procesos manejados para cumplir con intereses individuales y no colectivos, en un deporte donde el aficionado debería ser el foco para el sostenimiento constante de lo intereses institucionales.