El éxito de los deportistas es el resultado de diversos esfuerzos

El éxito de los deportistas es el resultado diversos esfuerzos

Foto / Suministrada

El atleta que levanta la medalla es sin duda el gestor de su historia, el protagonista de la prueba en la que se destacó para al final celebrar con el triunfo. Aunque más allá de su recorrido, hay diferentes actores que influyeron para que estuviera ahí, entre ellos la familia, los entrenadores y el Estado.

Un deportista exitoso es el resultado de múltiples esfuerzos, tanto personales como de quienes lo guiaron desde su fase de iniciación hasta el alto rendimiento. En esa trayectoria suelen participar un número determinado de fuerzas, siendo la del Estado la más cuestionada.

Parece que el Estado le quiere arrebatar a las familias el acompañamiento que han brindado a los deportistas durante años, son los padres, madres, abuelos, hermanos, tíos quienes han hecho esfuerzos superlativos por intentar cumplir con el sueño de los deportistas, al final del camino, son quienes más deben disfrutan de sus logros.

En un Gobierno como el colombiano, donde las políticas del deporte orientan que al deportista se le debe apoyar en su proceso de alto rendimiento, solo y exclusivamente cuando su rendimientos empiece a dar resultados, resulta preocupante que sea Coldeportes el primero en celebrar sobre los frutos del esfuerzo, cuando escasas veces apoyó el inicio de los atletas. Solo a través de los Supérate Intercolegiados, ejerce un diminuto apoyo hacia los niños, niñas y adolescentes que sueñan con ser deportistas de alto rendimiento desde las instituciones educativas, quienes no se cobijan con ello, están condenados a soñar en lo imposible.

Foto / Pablo Bohórquez

El sistema del deporte colombiano está diseñado para dejar solos a los deportistas cuando inician su camino, sacar provecho de ellos cuando están de cara al éxito, y después desprenderse de sus afanes, una vez culminan la vida productiva en el alto rendimiento.

Es así como los aportes de los diferentes actores se desconocen cuando el atleta está en el podio, y aquella mamá o aquel papá queda en la sombra del Estado, que aprovechando los recursos públicos, quieren un papel protagónico en la historia.

Sin desconocer la humanidad de quienes están colaborando como funcionarios del Estado, hay que entender que el mismo cumple un rol necesario en la vida del deportista. Luego aceptar que cada quien debe estar en su lugar, porque al final de cuentas será el mismo deportista quien decida a quién agradecer sus triunfos, seguramente será a aquellos que lo acompañaron desde sus inicios.

Todo lo anterior invita a pensar que son las familias los propios motores de desarrollo del deporte colombiano, y no el Estado con todas sus organizaciones públicas a quienes se les encomienda la labor.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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