El debut de Armani en el Mundial no es casualidad
El debut de Armani en el Mundial no es casualidad
Foto / Nacional Oficial
Franco Armani no se ganó la titular, más bien la Selección Argentina busca asegurar su pórtico.
La famosa frase que se le reconoce al ilustre pensador francés Voltaire, está más vigente que nunca, especialmente para el caso de Franco Armani el reciente arquero titular de la selección albiceleste, después de lograr su paso a la siguiente fase de la Copa Mundo en Rusia. Si, la frase aplica, y más si su debut se entiende como una especie de suerte, como lo expresara en el siglo XVII el también abogado de la Ilustración.
«Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan», así lo mencionó el reconocido historiador, pero así también lo reconocemos los medios de comunicación y los seguidores amantes del buen fútbol; mucho más si recordamos cuántos hechos tuvieron que suceder para que el espigado ex-arquero del Atletico Nacional, pudiera cumplir su sueño, tan válido como el primer gol de Falcao en un Mundial o el mismo sueño de Lionel Messi coronarse campeón de la Copa Mundo.
Y es que Armani también es símbolo de resistencia, ejemplo de continuidad, disciplina y talento. Por alguna razón… por alguna razón, el destino le da la posibilidad de defender el arco gaucho y hacerle sentir a sus coterráneos que puede ofrecer cerrojo con sus actuaciones ante los adversarios que se avecinan.
Por alguna razón, por alguna razón… Armani es hoy una carta de salvación para el mismo Sampaoli; está bien, llámese suerte, porque tuvieron que suceder muchas situaciones antes de ocupar la prestigiosa posición que apropiaba los 1,92 mts de Sergio «Chiquito» Romero, y que por lesión debió abandonar justo antes de la competencia mundialista. Llegaría entonces el cancerbero Whilly Caballero, para… por alguna razón, permitirse cumplir algunos errores que llevaron al cuerpo técnico a decidirse por la oportunidad para «El Flaco» Armani.
No es cuestión de señalar los errores de Caballero, fueron tan naturales como los ya vistos en competencias anteriores por otros guardametas de la alta competición. Sin embargo, por alguna razón… Armani era una alternativa, no tan descabellada, el espigado flaco Armani, merecía una oportunidad.
Quizás fueron esos siete años con Atlético Nacional y los 13 títulos alcanzados con la casa verdolaga, una Copa Libertadores y los 1046 minutos sin recibir gol en el 2015, los argumentos que hoy le dan la suerte de ocupar la posición que exige mayor preparación en el fútbol, también en muchas ocasiones, desconocida, cuestionada y criticada sin adentrarse en su complejidad.
Por alguna razón, su «deseo» explícito desde inicios de año, pero sin certezas aún, lo llevaron al River Plate en medio de la profunda tristeza por abandonar la capital antioqueña, solo con el firme «deseo» de ser tenido en cuenta para la Selección Nacional de Argentina y tener, al mejor estilo gaucho, una «chance» de estar en el combinado de cara al mundial de Rusia.
Por alguna razón, si. Por alguna razón, ante esta oportunidad, incrédula para muchos, ayer le exigió la preparación, la experiencia, la serenidad de asumir con «verraquera» como lo dicen los paisas, esa gigante responsabilidad de defender los colores de su país. Más que estar preparado física y técnicamente, la oportunidad le exigió estar preparado mentalmente, y no solo para enfrentar a los nigerianos, sino y sobre todo para enfrentar a los exigentes deseos de los hinchas argentinos.
Armani ó Caballero, es la cuestión ahora para algunos, para otros no hay duda que Franco debe continuar, sin embargo «El Flaco» figura una y otra vez en el Atanasio Girardot de Medellín y en otros escenarios internacionales, hoy le dice al mundo del fútbol que está preparado, y llegada la oportunidad, no es casualidad que sea la carta de salvación para el mismo Sampaoli. Suerte, no necesariamente es casualidad.
