Después de Rusia: retos para el fútbol colombiano
Después de Rusia: retos para el fútbol colombiano
Se terminó el Mundial Rusia 2018, a juicio de muchos, el mejor en muchos años, por el talento, el fútbol visto y por la organización del certamen.
Un gran partido dejó la final donde Francia alcanzó su segunda Copa. Se ha hablado bastante de las lecciones que deja el evento deportivo más importante, atrás queda Rusia y cada país volverá a sus realidades futbolísticas, ¿qué lecciones debe dejar el Mundial para el fútbol colombiano?
Luego de ver partidos de gran nivel, fútbol rápido y brillante, poca emoción se vislumbra en un partido Jaguares – Once Caldas, Fortaleza – Pereira, o Quindío – Cúcuta, por citar las primeras fechas del fútbol del Eje Cafetero; la realidad del fútbol de nuestro país es preocupante, más la de esta región. Luego del Mundial hay que decir que la Federación Colombiana de Fútbol tiene muchos retos, entre los principales es dejar ver la buena inversión y administración del gran capital que posee, hablando de los los dineros de la televisión y los patrocinios que suman millones.
El fútbol colombiano necesita replantear muchas de sus ideas, no solo para las actuales generaciones, sino cambios estructurales que permitan pensar en una niñez y en los que están por venir, con mejores oportunidades.
Las Selecciones que brillaron en Rusia, hablan de procesos deportivos desde la base, ¿cómo está la base del fútbol colombiano? El reto debe estar en visionar con las escuelas, los clubes, las ligas del país, pero también con las inferiores de los equipos profesionales. Está claro que el fútbol es un negocio, pero el entorno deportivo debe exigir a los equipos y a la Federación que el negocio sea para todos; el fútbol tiene una inmensa responsabilidad con la sociedad, los niños deberían jugar gratis, entrar a las bases de los equipos de sus ciudades, el fútbol profesional debería nutrirse del trabajo realizado con las bases, esto es un tema de estructura y el fútbol profesional está en deuda.
También está claro que el deporte que mueve masas es el fútbol, pero no es precisamente el deporte que más triunfos ha traído al país; en ese sentido, se debe replantear la estructura, que por fin el fútbol cumpla a la sociedad, al país y a las hinchadas. Debe haber fútbol masivo para la niñez, debe ser parte de la responsabilidad social de cada equipo profesional.
El reto después de Rusia 2018, es que la inversión se vea en el fútbol colombiano, hay que reinventarlo, hay que innovar, hay que generar nuevas ideas. Los técnicos deben ser capacitados, deben explorar otros métodos, la Federación debe buscar la capacitación constante, deben ser incluidos los árbitros, los dirigentes y los periodistas.
Para los jugadores, el reto está en sumar y no restar al fútbol, salvo el caso de Neymar, en Rusia 2018 se vio el juego limpio, no se vieron jugadores débiles buscando una falta, fingiéndola o pidiendo tarjetas y penaltis. El futbolista colombiano está llamado a madurar su nivel de juego, si quiere cumplir sus sueños personales y si se visionan algún día en un Mundial, deben comenzar por leer el entorno, que habla cada vez más de calidad deportiva, pero también de integralidad en pro de un equipo, porque de eso se trata el fútbol, más que individualidades, la capacidad de potenciar las fortalezas para pensar como equipo. Jugadores fuertes, pero responsables en el campo, íntegros en sus jugadas.
El reto final para todos es mostrar en el campo que verdaderamente vale la pena creer el en fútbol colombiano, que desde la cabeza, es decir la Federación, se proyecte una nueva etapa futbolística, desde las bases, los semilleros, la segunda y hasta la primera división del fútbol profesional. Respetar a los hinchas y mostrar un verdadero amor por la camiseta. Que la calidad no se improvise, sino que se construya a través de un plan unificado, un plan de país.
Que no se sigan llenando algunos bolsillos, sino que haya inversión de calidad para el fútbol de nuestro país.