Deportivo Pereira le dio la bienvenida a Frisby como anunciante
La reconocida empresa pereirana se unió nuevamente como anunciante del fútbol matecaña.
La expectativa según su dueño, es avivar el entusiasmo de los hinchas en el equipo; se unen porque como empresa pereirana apoyan lo pereirano, sin embargo, en términos reales y en la funcionalidad del fútbol, surge la pregunta ¿cuál será la verdadera apuesta?, el anuncio de tan grande patrocinador, nos invita a hacer algunas reflexiones.
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A lo largo de siete años en el torneo de la B, son varias las marcas de ciudad, región y país, que le han apostado, algunas han desistido, otras se han quedado ante las contraprestaciones que le ofrece el área de mercadeo del Deportivo Pereira, quizás la más importante de todas, que pueda ser vista en televisión y por los cerca de 3 mil asistentes que en promedio acuden al Estadio.
Tal vez en los últimos dos años es cuando más empresas privadas han patrocinado al equipo de la Perla del Otún, el pedido de los directivos del Deportivo Pereira ante la queja constante por la falta de apoyo, parece hacer eco en las empresas privadas y ahora han recibido respuesta. Se une Frisby, una marca sin duda fuerte, importante y posicionada.
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Por por ello, también hay que reconocer la labor que desarrolla el departamento de mercadeo que teniendo una institución cuyo fracaso se materializa a final de año, se debe reinventar cada tanto, nuevamente en el camino para seducir al privado.
Sin embargo, nuestra conclusión es que el equipo (ni en lo institucional, ni en lo deportivo) ha respondido a las expectativas del público, no ha retribuido la confianza de los hinchas, ni de las empresas que lo han acompañado, y es entonces válida la pregunta, ¿qué se gana una empresa o una marca, con patrocinar a un equipo que se empeña en continuar en la B y que en su historial de 7 años solo da cuenta del fracaso?
Foto/Pablo Bohórquez
Otra reflexión apunta a ¿qué encuentra la marca en el equipo?, ¿historia, identidad, publicidad?, ninguna empresa invierte en RSE o proyectos de ésta índole sin que su marca se vea y el FPC aún en segunda división ofrece ese margen de beneficio.
Sin duda, estas compañías de la región tienen otras inversiones de índole social que las muestran responsables en su entorno de mercado, de hecho Frisby ha sido patrocinador en otras disciplinas deportivas como es el caso del Tenis de Campo con Sofía Múnera hasta el 2017. Pero, de cierto modo y sea cual sea la negociación de patrocinio, también podría ser interesante la inversión en otros deportistas y/o disciplinas, y no porque Deportivo Pereira esté en la segunda categoría, sino porque el negocio del fútbol es fuerte y hay suficiente apoyo económico para un equipo que pertenece a uno o dos interesados, porque está claro que el equipo ya no es de la ciudad, pese a llevar su nombre, sus colores y su identidad.
Finalmente, el por qué una empresa como Frisby decide apoyar al cuadro Matecaña nos llevaría a pensar en cómo otras disciplinas podrían lograr lo mismo, bajo el argumento que tienen mejores procesos y mayores resultados. ¿Pero qué encontraría Frisby en Ciclismo? ¿en Rugby? ¿ en Natación y hasta en Fútbol infantil?
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La respuesta la tienen los dirigentes deportivos que están hoy bajo estas ligas, pues a veces no es solicitar a la empresa privada que patrocine algo más que fútbol, sino al dirigente que sepa vender su liga, que entienda conceptos básicos de administración y mercadeo deportivo para que pueda ofrecer esos mínimos que el Deportivo Pereira ha sabido vender como contraprestaciones llamativas en la peor crisis de su historia.
Si el Matecaña ha podido, otros deportes también lo harán. El mejor ejemplo de mercadeo deportivo hoy en Risaralda, lo tiene el cuadro Deportivo Pereira.
Pero en este caso, esperemos que el fútbol responda a sus patrocinadores, ante buenas empresas que le brindan ese gran apoyo, se acabaron las excusas. Si el propósito real es el ascenso, entonces que lo logren de la mano de esta empresa orgullo de ciudad, y que no suceda lo mismo de años anteriores cuando marcas de la región, terminan devaluadas ante las malas experiencias y frustraciones que deja la institucionalidad del Deportivo Pereira a un gran número de ciudadanos, que poco creen ya en la transparencia de los propósitos para el ascenso.
