Con parranda, despedimos al Deportivo Pereira y al Deportes Quindío
Queda muy poco para decir sobre Deportivo Pereira y el Deportes Quindío. Más de lo mismo aburre, sin embargo, hay formas de manifestar lo poco que queda y optaremos por algunas canciones que a propósito de la temporada parrandera y tropical, nos pueden ayudar a narrar de forma tal vez jocosa, una realidad de la cual es mejor intentar reír en vez de llorar.
«Ría mientras pueda«, es una frase común entre los jugadores de fútbol, especialmente cuando se gana. Y en el caso de nuestros dos equipos representantes del Eje Cafetero, fueron pocas las risas para sus jugadores y para su hinchada durante el 2018, y seguirán siendo escasas mientras el cambio real no llegue, por ahora ambos seguirán otro año en la segunda división.
En tanto no se materialice el deseo de verlos en la A, como dice aquella canción del puertorriqueño Daniel Santos titulada Toma jabón pa´que laves: entre hinchas, dirigentes y jugadores «…Ya no hay amor, no hay amistad… Así dicen las mujeres y es verdad…» y es que tantos años de martirio en la segunda división, han terminado por distanciar los unos de los otros, realidad triste de los que algún día estuvieron enamorados.
O que tal esa popular canción El arruinado del antioqueño Gildardo Montoya que expresa «Si hubieran huevos le fritaba uno, pero como hago si no hay manteca…», es evidente que en ninguna de las dos instituciones hubo huevos y lo poco de manteca que se creía podía existir, al final se fue resbalando en el calor de una promesa que nunca demostró fidelidad a su #AmorPorNuestrosColores, los cuales parecen haberse desteñido en medio de un supuesto hecho no cumplido. Por lo cual Rodolfo Aicardi les diría En el eco de tu adiós… «yo te pido que te vayas lejos donde no hayan viejos recuerdos de amor«… a menos que al mejor estilo de Jhonny Rivera los dirigentes de ambos bandos continúen como El Pegao… «Traigan guaro, cerveza y ron que yo de aquí ya no me voy… Que traigan guaro, cerveza y ron que yo de aquí ya no me voy»
Y en medio de tanta parranda injustificada, aparecerán quienes digan que es necesario darle a todos por El apachurrado de Leonardo Marín, y al unísono respondería el mismo Gildardo Montoya cuando se le fue con disimulo a Martha Cecilia… «dele por ahí, dele por ahí, dele por ahí dele»; en medio de tanto deseo por castigar a los responsables del fracaso del ascenso, Gustavo «el loco» Quintero interpretará como en La Mula Rucia, «quieta mula, por qué corcovea, porque le falta el estribo, la cincha y la correa»…. y en el trajín de soportarse los unos a los otros llegará la música de diciembre, tropical y parrandera como alternativa de distracción y olvido.
Pero en enero otra vez, de un lado (los hinchas) estarán resistentes para el 2019 mientras persistan los mismos administradores, y como los enamorados, vendrán de su parte nuevas promesas que ilusionen sueños de grandeza, cuando desde atrás Hernán Darío le siga cantando a los hinchas «…claro como aquí está el bobo… que le da gusto y le da de todo».
En definitiva, hasta narrar esta realidad duele aunque sea con música de parranda o tropical. Lo único que deseamos, es que al mejor estilo de Edgar Rivera, lo directivos cuyabros y matecañas no se queden «esperando el bus, esperando el bus…» por que como se afirma en la misma canción, los hinchas responderán (Eh! yo no te creo).