Andrés Nossa, ejemplo de buen periodismo deportivo en el Quindío
Tiene 41 años pero su alma parece más joven. Curioso, atento, amable y otros adjetivos que se le pueden atribuir con solo verlo caminar y saludar a sus compañeros en las graderías de un estadio. Eso de entrada, porque de fondo hay un profesional ávido de compartir conocimiento con sus estudiantes.
Así es Gerardo Andrés Nossa Ramírez, uno de los profesionales de la comunicación más destacados del Eje Cafetero, pero como se apunta en el lenguaje popular, pasa de agache, o en sus palabras «soy de un bajo perfil».
Un aparente bajo perfil que genera admiración entre sus conocidos, incluso entre quienes no lo conocen tanto; pero se han dedicado a observar en detalle su trabajo sin desconocer que tiene eventos internacionales encima y que es un apasionado por el fútbol.
Semilleros Deportivos, que viene escarbando en los rincones del deporte regional a cada uno de sus actores, se encontró a este referente que ya suma 15 años de experiencia en el ejercicio.
Armenio de nacimiento, inició sus estudios de pregrado en la Universidad Católica de Pereira, donde cursó cuatro semestres para luego concluir en la Universidad del Quindío, la de su tierra. Porque hay algo que caracteriza a Nossa, el sentido de pertenencia con el municipio, con el deporte, con lo que construye identidad.
Las prácticas académicas las realizó en uno de los diarios de mayor prestigio en Colombia, El Espectador. Después de aprender y adaptarse al ritmo de un medio de comunicación, el mismo medio le permitió trabajar allí durante cuatro años.
«En la sección de deportes, pude hacer varios cubrimientos, el fútbol profesional colombiano en principio, la Copa Colsanitas de Tenis, la Media Maratón de Bogotá, donde me gané un premio a mejor crónica. También cubrí Eliminatorias al Mundial», dijo.
Su primera experiencia internacional la tuvo con el Suramericano del 2005, en el Eje cafetero, donde cubrió a figuras de la talla de Lionel Messi, Hugo Rodallega, Falcao García. «Fui mi primer cubrimiento fuera de Bogotá, en Armenia y Pereira como enviado especial», agregó.
Después de su paso por El Espectador, tuvo la oportunidad de ser editor y corrector de estilo de una revista de Fórmula 1, F1 Racing Latinoamérica, «Trabajé con ellos tres años y bueno, soy fundador de la Revista Fútbol Total, fui de los primeros que escribió para esta revista», añadió Nossa.
Uno de sus amigos, Jhon Mario Zuluaga, comparte de Nossa varias de sus virtudes como persona y como profesional:
«Primero que todo sé de primera mano que se trata de una gran persona, honesta y confiable. Como profesional es inquieto y recursivo, buen entrevistador y con buen estilo a la hora de escribir», luego, por la cercanía que tiene con él personaje, en el entorno académico, refiere: «comparto con él su amor por la docencia, por el periodismo deportivo y su sufrimiento por el Deportes Quindío. Nossa, amigo incondicional, excelente profesional y gran persona», palabras que seguro son fieles al relato de un perfil que produce admiración entre el gremio.
Nossa además fue el jefe de medios para el Mundial de Fútbol Sub 20 (2011) en Armenia, responsabilidad de la que aprendió de primera mano, lo que significa la logística de un encuentro deportivo de este nivel.
El cubrimiento más importante de su carrera
Aunque después fue jefe de prensa en los Juegos Mundiales Cali 2013 y ha sido colaborador del Comité Olímpico Colombiano, reseña que el evento que mayor impacto ha causado en su carrera ha sido estar en el Mundial de Fútbol, Brasil 2014.
«Lo cubrí para Colprensa, es el más importante de mi carrera, es como el sueño cumplido para muchos periodistas deportivos. Colprensa es una agencia que le entrega información a más de 20 medios de comunicación del país», relató.
Vida académica
Es docente de periodismo en la Universidad Católica de Pereira y también en la Universidad del Quindío, desde estos ambientes también se apasiona por enseñar a otros elementos narrativos, géneros periodísticos y los recursos que tienen los comunicadores para transmitir a través del lenguaje escrito.
«Es una experiencia muy bonita, es todo lo que uno ha podido aprender durante estos 15 años, sobre todo en la parte de periodismo escrito, yo me dedico a la parte escrita; muchos me escuchan la voz y me dicen es que usted es locutor y yo digo para nada, nunca en la vida he hecho radio, no me siento en la capacidad de hacer radio, no tengo talento para eso. He trabajado toda mi vida en la redacción, el periodismo escrito; soy un apasionado también por el fútbol, vivo y respiro fútbol todo el día», complementó.
Como si no se le notara en la tribuna occidental del estadio Hernán Ramírez Villegas, de Pereira en el juego de Colombia – Venezuela, ese amor por la redonda, esa inocultable habilidad para contener lo emocionado de ver cuando los jugadores van de un lado a otro. Diría Eduardo Galeano, que Nossa huye de su casa, para ir al estadio.
De no ser porque en la casa tiene otra inspiración, su familia: doña Dolly, (madre) y Diana Clavijo (esposa), además de Victoria (sobrina) recalaría de cancha en cancha, descubriéndose y relatando ese amor a la pelota.
Carlos Muñoz, presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos del Quindío, agremiación a la que pertenece Gerardo Andrés, mencionó:
«Lo conozco hace varios años, ha sido un hombre muy dedicado a su carrera, a su profesión. Es catedrático, es un hombre de mucho conocimiento, escribe muy bien, maneja varios deportes. Colprensa que lo tiene como corresponsal en el Quindío, cubre varios eventos no solo de fútbol, eventos de carácter del Ciclo Olímpico. A pesar de su juventud es un hombre de muchas experiencia».
Lo que queda por cumplir
«A los futbolistas la gente los quiere, pero a los atletas, la gente los ama», apunta Ricardo Henao, refiriéndose a la importancia de unos Juegos Olímpicos, justamente a donde quiere llegar Nossa, con la complicidad de Colprensa o no, el comunicador y docente universitario, se ha metido esta idea en la cabeza.
«Ese es un sueño por cumplir», así concluyó el espacio uno de los pilares del periodismo deportivo en el Quindío.