Sebastián Gutiérrez y una carrera en ascenso en el arbitraje
Recientemente el joven pereirano fue reconocido por la Liga Risaraldense de Fútbol, como el árbitro del año en el departamento, esto gracias a su desempeño, rectitud y compromiso con su trabajo.
Ser árbitro de fútbol no es nada fácil, en eso concuerdan aficionados, dirigentes y hasta los mismos jugadores que reconocen en este ejercicio una exigencia ante el escrutinio constante y la exposición a la que se enfrentan los jueces en cada competencia. Sin embargo para Jhoan Sebastián Gutiérrez Hernández, esto es un reto que se asume con madurez.
Una vez recibió el premio como mejor árbitro del departamento el pasado 10 de diciembre, publicó el hecho en los medios sociales, muestra de la alegría que le generó que por parte de un organismo de fútbol, se tuviera en cuenta el esfuerzo que desde hace siete años ha realizado en este camino del juzgamiento.
Gutiérrez Hernández sintió una motivación especial con el referato, además encontró, «disciplina, orden y el aprender algo más del fútbol», como lo expresa en sus propias palabras. Desde sus inicios en el 2011, hasta la fecha el arbitrar partidos ha sido para él una «pasión», de la que aprende día a día.
En su circulo más cercano destacan en el joven valores como la honestidad, el compromiso con el aprendizaje constante, «Como profesional ni se diga, lo considero como uno de los árbitros mejor preparados en Risaralda, es estricto», agregó Carlos González, amigo y compañero de Jhoan Sebastián.
Con destacadas actuaciones ha construido un 2018 que quedará en la memoria, por lo menos en su tránsito por la categoría C del arbitraje. Ha sido este periodo de tiempo donde ha logrado consolidar un perfil que inspira confianza para estar como central en partidos decisivos en Quibdó, en Barranquilla, en Guarne, en diferentes regiones de Colombia donde ha dirigido juegos de los nacionales Interligas en diferentes categorías.
Aunque si algo ha cambiado en este 2018 a Sebastián, es que adquirió mayor experiencia, al poder dirigir equipos profesionales en las divisiones Sub 20 con total altura, como lo hizo la Súper Copa Juvenil, con presencia en el Cortuluá vs DIM y otros partidos que le entregan confianza, la misma que se le tiene desde la Corporación de Árbitros de Risaralda.
«Lo más difícil de ser árbitro es el sacrificio que tenemos con nuestra familia, también ser enemigos de todos, amigos de nadie y culpables de todo en algunos partidos», manifiesta, ya que es una labor que suele complicarse por momentos, pero para ello se prepara, incluso en esta vigencia le alcanzó para hacer curso de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA, en Bogotá.
«Mi hermano es una persona muy entregada a lo que hace, muy apasionada, es responsable y maneja la humildad, esto lo hace grande, le apasiona y ama lo que hace. Estas palabras lo encierran todo en su desempeño y su trabajo», complementó Alexánder Gutiérrez, hermano de Sebastián.
Relatan quienes lo conocen que: «aporta sin ningún problema su conocimiento a los árbitros que venimos en proyección, la experiencia que tiene en su recorrido en el arbitraje es grande», añadió González.
En el entorno local tuvo la oportunidad de dirigir más de cuatro finales, es decir, es un hombre habituado a retos mayores; pero el que más lo impulsa es poder llegar hasta el fútbol profesional para luego escalar al referato internacional. Virtudes no le faltan, amor por lo que hace menos, y el toque de motivación, «mi familia que es motor, sin ellos no podría hacer nada», será el aliciente ideal para estar más cerca de sus sueños.
De esta manera Risaralda asume con liderazgo los procesos en el juzgamiento en el fútbol masculino y femenino, siendo además un departamento con proyección en el tema y este joven de 24 años, representa junto a sus compañeros de trabajo, la mejor época del arbitraje risaraldense en la historia.