Evitar que el deporte caiga en la crisis de las humanidades
Finalizando el año 2015, la filósofa norteamericana Martha Nussbaum, llamó la atención sobre la crisis del sistema educactivo en el mundo; crisis anunciada especialmente por la desaparición de las artes y las humanidades en los programas de pregrado y posgrado que ofertan las instituciones de educación superior, por intereses relacionados con costos de operación y por «no responder» desde estos componentes a las necesidades técnicas y de producción del mercado.
En el caso del deporte, el riesgo de la crisis podría profundizarse si también van desapareciendo las alternativas de promoción de la actividad física y el deporte, que se ofertan desde las llamadas dependencias de Bienestar Institucional o Bienestar Universitario.
Con frecuencia, una de las estrategias de las instituciones educativas para promover el deporte de alta competencia, son los sistemas de becas, que buscan reconocer el talento deportivo de estudiantes en diversos programas de pregrado. Sin embargo, este no debe ser el único aliciente, y más allá de los torneos internos y las representaciones externas de orden regional y nacional, las comunidades educativas deben consolidar las oficinas de bienestar universitario, desde la ampliación de la oferta de servicios, la ampliación de la cobertura y la flexibilidad académica para permitir la práctica de alguna actividad deportiva.
Recientemente los juegos de la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN dejaron como protagonistas a varias instituciones de educación superior en diferentes disciplinas como: Judo, Vóley Playa, Fútbol etc… que generaron contextos de integración e intercambio deportivo a nivel regional. Sin embargo, también se identifica la ausencia de otras instituciones educativas que en su correspondencia, no solamente incumplen al marco legal y normativo sino también a sus propósitos misionales de formación integral.
En este sentido es necesario llamar la atención, sobre el valor del bienestar universitario más allá de la simple representación institucional y en la trascendencia del impacto social y formativo que comprende. La ausencia de procesos deportivos al interior de las instituciones de educación superior, generan una deuda que se relaciona con escasa oportunidad para el despliegue de capacidades y potencialidades de sus comunidades universitarias; no es solo la Ley la que obliga a dichos procesos, sino también la correspondencia con el propósito misional de formación integral.
Varias instituciones de educación superior se han ausentado de las justas promovidas por la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN en el orden regional y nacional, y el hecho no debe pasar desapercibido para el Ministerio de Educación Nacional. Pero, evitar que el deporte caiga en la crisis del arte y las humanidades, es un reto que invita a todos los dolientes, a generar contextos de realidad para la participación de grupos representativos en los escenarios dispuestos para ello.
Que el deporte no caiga en la cirisis de las artes y las humanidades como lo expresa la reconocida pensadora norteamericana, es ya un reto indiscutible de todas las comunidades universitarias.