Oros para Colombia dejó el Panamericano de Downhill en El Salvador
Foto/Jorge Mario Jaramillo
Dos colombianos obtuvieron la medalla dorada en el Campeonato Panamericano de Downhill que se lleva a cabo en el Ecoparque El Espino, La Libertad, en San Salvador.
Uno de ellos fue el antioqueño Juan Fernando Muñoz, quien se impuso con el mejor tiempo en la categoría de élite. Y la otra competidora fue Valentina Roa, de Manizales, que también se alzó con la medalla de oro en la categoría femenina.
Este triunfo que puso a Colombia en primer lugar, dejó gritos y silbidos por parte de la delegación colombiana que contó con 22 deportistas en las diferentes categorías, como A1, A2, B1, B2, C1 y C4, dejando importantes logros para el Downhill del país, donde se mostró la técnica y el empuje que tiene este deporte en el Eje Cafetero.
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Pero una de las ganadoras, la ibaguereña Valentina Roa, que pertenece a la liga de Downhill de Caldas, tiene una historia corta y veloz como sus presentaciones en los torneos a los que asiste y que casi siempre la dejan en los primeros lugares. Esta joven de 19 años llegó a Manizales con la intención de aprender más de su deporte favorito con los mejores referentes del Downhill, Marcelo y Rafael Gutiérrez, quienes se han ganado un buen reconocimiento en el país y el mundo.
Para ella, los hermanos Gutiérrez eran su referente ideal por la habilidad y velocidad que había notado en sus presentaciones, de los que podría aprender algunas técnicas que estructuraran más su formación y, así, pasar a un nivel más competitivo.
Pero la habilidad y el progreso de Roa fue bien evidente, porque en poco tiempo ya estaba dando cartilla en las competencias donde iba, pasando de ser una novata a convertirse en la abanderada de este ejercicio extremo por su forma de esquivar los obstáculos y los saltos que daba, algo que la impulsó con fuerza hasta aterrizar en los Juegos Olímpicos de París.
Para ella, descolgar por una montaña en una pista llena de barro a más de 50 kilómetros por hora, rodeada de árboles mientras siente la fuerza del viento chocar contra su casco, es algo único y que la identifica, porque en ese momento se le activa la adrenalina, haciendo que sus cinco sentidos estén conectados con todo a su alrededor para saber cuándo girar oportunamente o cuánto impulsarse para saltar y hasta calcular en qué momento debe frenar.
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Desde que inició en el 2019, Valentina ha figurado en varias competencias como Les Gets, Francia, donde quedó tercera; el quinto lugar en el mundial de Glasgow, Escocia; la sexta parada de la Serie Mundial UCI de MTB, Haute-Savoie, Francia, donde se colgó el oro, convirtiéndose en la primera latinoamericana en ganarse esta válida; y la medalla de oro que acaba de ganar en el Campeonato Panamericano de Downhill en La Libertad, El Salvador.
Para algunos de sus amigos más cercanos como su entrenador, Stiven Ceballos, a Valentina le «falta un tornillo», algo que la propia deportista admite, porque su obsesión por la bicicleta y el alto riesgo que representa bajar por una inclinada pista es algo que no la asusta, sino que le produce una sensación de felicidad.
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