Juegan al tenis en cancha de arcilla. Los jóvenes talentos del Eje Cafetero

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Son jóvenes, alegres, ágiles y fuertes, con unas metas claras que los lleva a trabajar cada día con ritmo y esfuerzo, porque es la única forma en que lograrán cumplirlas. Ellos son los deportistas infantiles que sobresalen en el Eje Cafetero en el tenis de campo, que se practica en la Unidad Deportiva Palogrande de Manizales.

Unos ya están federados, otros han ganado algunos torneos y los demás apenas empiezan su recorrido por este exigente deporte, pero tienen algo en común, son ganadores por naturaleza. Así lo demuestran cada día en su entrenamiento.

La niña de 11 años que es 13 en el ranking nacional

Una de las raquetas que empieza esta etapa del crecimiento deportivo es Samantha Cocuy, quien a los 4 años ya practicaba deportes como natación, baloncesto, taekwondo y el tenis de campo, porque su padre y su abuelo lo practicaban.

Para esta promesa del tenis manizaleño, no fue fácil continuar practicando el tenis porque se retiró seis meses y, a su regreso, llegó también la pandemia y duró un año en confinamiento. Sin embargo, sus padres le compraron una cancha portátil para que entrenara en casa.

Pasado un año empezó a competir en torneos locales y nacionales, algo que la llevó a mejorar su técnica hasta el punto de ser la número 13 en el ranking colombiano, en la categoría de 12 años, aunque apenas cumplió los 11.

“Uno de los obstáculos de Samantha y los demás tenistas del Eje Cafetero es la falta de torneos en la región, por lo que deben desplazarse a otras ciudades del país perdiéndose clases académicas y luego deben nivelarse”, dice la madre de Samantha.

Aun así, la pequeña deportista que admira a Iga Swiatek y a Carlos Alcaraz, junto a sus padres, tienen la mirada orientada a una beca universitaria fuera del país y a estar en lo más alto del podio. “Cuando ve los partidos nos dice, papá y mamá, un día yo voy a estar ahí y los voy a llevar para que me vean”, les dice Samantha a sus padres.

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

El joven que anhela un podio

David Ignacio Uribe empezó su vida deportiva desde muy pequeño practicando fútbol y natación, donde ganó algunos torneos infantiles. Pero en unas vacaciones recreativas cogió una raqueta de tenis y le gustó tanto que dejó los demás deportes.

A los 9 años ya competía en torneos nacionales en la categoría de 12 años, donde siempre se destacaba. Para este joven deportista, el carácter ha sido uno de sus rivales más difíciles, pero ha logrado sacarle ventaja y salir adelante gracias a los consejos de su madre, Josmary Gallo, quien le ha enseñado a aprender de sus reveses para sacarle a cada partido un punto, bien sea que gane o pierda.

“El tenis es algo único porque en el balompié, mientras un jugador se recupera, tiene 10 jugadores que lo ayudan. Pero en el tenis, se pierde un punto y solo hay unos segundos para recuperarse y seguir luchando, si no, también se pierde el siguiente punto”, le recuerda Josmary a su hijo.

David Ignacio quiere seguir creciendo en el tenis hasta llegar a lo más alto, por eso es disciplinado y ama lo que hace. Admira a Carlos Alcaraz y a Novak Djokovic.

Para el entrenador Alexander Pérez, sus deportistas tienen talento y futuroAsí habla de ellos:

Samantha Cocuy es una deportista que está proyectada a un torneo interligas y, por qué no, para unos Juegos Nacionales. Juan Sandoval acaba de subir a la categoría de 12 años, ya ha jugado torneos COSAT internacionales, donde ha logrado puntos, y aunque ha jugado muy poco, tiene proyección a futuro. Luego está David Ignacio Uribe, quien está catapultado para representar a Colombia en dos años en unos suramericanos; es muy talentoso en los golpes de derecha, de revés, juega alto o bajito… Mejor dicho, tiene bien dibujada la cancha. Y Juan Diego Herrera viene de competencia y se está preparando en los torneos grado 4 para llegar a un interligas, por esto entrena mañana y tarde porque quiere ser profesional”.

Otros tenistas que juegan en las canchas de arcilla de la Unidad Deportiva Palogrande, están en proyección y se esmeran por salir adelante.

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

De regreso luego de una temporada

Para Juan Diego Herrera, que se desvelaba por la natación, el tenis llegó por una invitación de sus amigos a jugar un rato, pero aquel día descubrió lo que es sentir un deporte en las venas.

Entendió bien el significado de este deporte. Ahora solo debía dominar el carácter, empuñar bien la raqueta para hacer una buena pegada y tener buen estado físico.

“Cuando ya se empieza a competir en un nacional o a jugar torneos, hay que controlar la mente o cosas así, porque, si no, te vuelves loco y lo echas todo a perder”, dice Juan Diego.

“Mis padres siempre me han apoyado desde el primer momento que tomé la raqueta y me dicen que debo ser disciplinado y equilibrado, porque es un deporte de mucho equilibrio y hay que tener los valores del tenis, o sea, estar concentrado siempre.”

Una de las metas de Juan Diego es llegar a los nacionales y más adelante ser número uno del mundo.

Y si por alguna razón no se me llega lo del tenis, pues tengo un plan B que siempre me gusta, digamos la aviación. O sea, empezaría a estudiar la carrera de Aviación y ser piloto de aviones”, dice Juan Diego.

El tenista resiliente

Para Simón Ríos, ver a su papá correr, sacar y hacer reveses en el campo de tenis fue algo que lo atrajo. Además, su padre sabe de las bondades físicas y mentales que se obtienen al empuñar una raqueta, por eso lo inscribió en el deporte de la cancha de arcilla cuando tenía 3 años.

Desde entonces, esta promesa del tenis ha crecido entre el polvo de ladrillo y la escuela. No le afecta que sus compañeros solo jueguen fútbol y no tenga con quien practicar en el colegio, porque sabe de sus habilidades y por ello entrena con sacrificio y constancia, para conseguir triunfos que lo lancen a lo más alto del deporte de la raqueta.

“Estuve un año incapacitado. Fue una fractura en un dedo y realmente ese año sí estuve muy triste y decaído, porque yo amo este deporte y es lo que quiero hacer en todos mis días, pero me tocó esperar con paciencia, porque mi meta es llegar a ser profesional, a estar arriba, ser de esos colombianos que se recuerdan mucho por su deporte”, dice el deportista Simón Ríos.

Su entrenador, Gabriel Puerta, conoce a su alumno, lo destaca por ser muy disciplinado, tener unos valores y unos principios que lo ayudan a desenvolverse en cualquier lugar y con cualquier grupo.

En cuanto a las habilidades del deportista, dice el entrenador Gabriel Puerta.

“lo que más lo destaca es su alegría y ser muy receptivo al recibir indicaciones, él cuenta con una gran derecha y es de gran resistencia, además, tiene todas las habilidades deportivas para ser un atleta competitivo.

De esta manera, la liga de tenis de Caldas sigue preparando sus talentos para lograr una buena posición en el tenis nacional, donde estos jóvenes, si continúan con sus propósitos, serán las nuevas generaciones colombianas, como lo fueron Fabiola Zuluaga, Mauricio Adad, Santiago Giraldo y Catalina Castaño.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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