Por qué apostarle al fútbol femenino: Eduardo Garzón
José Eduardo Garzón es el técnico de la selección Risaralda de fútbol femenino juvenil y el club La Salle. Desde allí, ha sacado jugadoras profesionales y selección Colombia. Siendo uno de los pioneros del fútbol para mujeres en el departamento, nos cuenta su experiencia.
Garzón, desde pequeño ha estado vinculado al deporte, siempre ha sido su principal atracción e inspiración. Por lo que cuando tuvo que decidir a qué iba a dedicarse, escogió ser formador deportivo. «Más que un entrenador, ser un educador de vida hacia los niños, jóvenes y personas que estén alrededor» comentó. Así llegó ser entrenador de fútbol hace más de 15 años.
Un día, en el año 2009, vio en el fútbol femenino la oportunidad para formar mujeres que amaban el deporte, pero sobre todo, a través de él, mejores seres humanos. Por lo que decidió iniciar un equipo en el colegio donde era profesor: La Salle. Allí, inició con 4 niñas que mostraron su interés.
«Fútbol femenino nace de la necesidad de las niñas de poder practicar este deporte. De darle la connotación que ellas también tienen dentro de sus derechos. El gusto por el fútbol, por ellas inició esto»
Y al comienzo no fue nada fácil, en un tiempo donde todavía se limitaban algunos deportes a uno u otro género, el trabajo con los padres fue de sus principales retos. Donde muchos de ellos no concebían que una niña practicara el balompié. «Pasaron de comprarle un celular a comprarle unos guayos, balones, canilleras. Esto fue algo muy bonito porque sin perder la feminidad pudimos practicar el deporte. Un deporte que es para hombres y mujeres»
Y tanto esfuerzo dio sus frutos. Actualmente tiene una escuela de 50 a 60 niñas de diferentes categorías. Y ahora sus padres, son sus principales hinchas. Con una gran barra que las acompaña a cada partido, sin importar la hora ni el lugar, ellos están ahí siempre para apoyarlas.
«Esto es un proceso de la mano de los padres de familia, del acompañamiento de ellos. De la vocación que tiene uno como entrenador, el colegio La Salle y las directivas que nos han prestado toda la logística, el empuje para que salgamos adelante».
Hoy, los padres de familia y jugadoras se sienten agradecidas por el esfuerzo y amor que Garzón a puesto en este proyecto de formación no solo de futbolistas si no de personas.
«Él nos ha apoyado en todo lo que ha estado a su alcance, nos ha hecho mejores deportistas. No solo en el campo, si no también fuera de él, nos inculca valores que son determinantes para que nos vaya muy bien en todas las competiciones» expresa la futbolista Sara Jiménez.
«Para nosotros es un disfrute acompañar a nuestra hija en sus encuentros deportivos. Sufrir en los partidos, gozar los triunfos y apoyarla en sus derrotas. Estamos convencidos que ha logrado crear un hábito que se convertirá en un estilo de vida, y Eduardo ha tenido mucho que ver en eso» comentó Luz Adriana Rivera, mamá de una jugadora.
Un punto importante para rescatar del proceso de formación deportiva de La Salle, es que es uno de los pocos colegios que también son Club. Por lo que las integrantes del equipo, no son todas estudiantes de la institución. A estas jugadoras no se les cobra por pertenecer al equipo, y se les brinda todas las condiciones deportivas, uniformes y canchas.
Selección Risaralda
Además del trabajo en el club, Garzón lleva 4 años en procesos de selección Risaralda. Este año, ha sido delegado por la Liga Risaraldense de Fútbol para dirigir la selección de fútbol juvenil femenina.
«La primera meta es llegar a segunda ronda en el Interligas Nacional, como lo logró la infantil hace poco. Y la segunda meta es un papel muy importante que nos hemos trazado, y es poder clasificar de nuevo a Juegos Nacionales el próximo año. Y no solo clasificar, aspiro a algo más. Todo está en la constancia, la planificación y la dedicación».
De los logros más importantes que Garzón ha tenido en este proceso, y que define como una de las cosas más bonitas que le ha sucedido, es que algunas de sus jugadores han dado un salto a la liga profesional y una de ellas a la selección Colombia.
«Con la niña que tuvimos el primer semestre en el Club Bogotá, ya son 5 jugadoras que han debutado como profesionales. Eso ha sido el logro agregado, la chispa y motivación, de saber que nuestro club es uno de los mejores que tiene la región y ha sido reconocido a nivel nacional por el trabajo y la clase de niñas que llegan al fútbol profesional».
Para Garzón, la diferencia de entrenar mujeres y hombres, es que las primeras son más consagradas y demuestran más su amor por el deporte, sin importar la hora y el lugar.
Para finalizar, el técnico resalta que para él lo más importante es formar a sus jugadoras como seres humanos íntegros, estando esto por encima del deporte. Él lo llama su misión de vida.
Además, hace un llamado a las direcciones nacionales para que también miren hacia Risaralda, ya que considera que miran muy poco y hay mucho potencial.
Orgulloso de Eduardo Garzón; un excelente ser humano y profesional!!