Carlos Tangarife el entreandor que le dio a Dosquebradas la página más gloriosa del fútbol de salón

Foto/Cortesía Carlos Tangarife

Cuando el equipo de Fútbol de Salón de Dosquebradas quedó campeón nacional el 27 de abril de 2025, hubo gritos de júbilo en el municipio, porque era la primera vez en su historia que se lograba un triunfo de esta magnitud ante equipos fuertes y coperos.

Pero, como en cada epopeya, detrás de esta gesta imborrable se tejieron luchas silenciosas, obstáculos que amenazaban con desmoronar la ilusión y sinsabores que pusieron a prueba la entereza. Sin embargo, una fuerza invisible, poderosa e invencible, se alzó por encima de todo: la fe.

La unión de voluntades positivas y el fervor unánime por alcanzar la cima, encontraron su faro en la visión apasionada de un hombre, el entrenador Carlos Tangarife quien supo leer en el esfuerzo colectivo y la certeza de que cada paso firme para lograr una estrategia trazada con dedicación, no eran golpes al vacío, sino la construcción sólida de un destino glorioso.

Con valentía, desafió el dubitativo «tal vez» con un rotundo «¡Sí se puede!», transformando la sombra del escepticismo en una energía vibrante y contagiosa.

Foto/Cortesía Carlos Tangarife

Así empezó lo que podría llamarse el “proyecto campeón”, donde el profe Tangarife jugó uno de los papeles protagónicos junto al alcalde de la localidad, quien creyó en su potencial como instructor. Ese mismo potencial que ha acumulado en más de 23 años de experiencia, llevando a otros equipos a conseguir logros en Intercolegiados y nacionales.

Para Carlos, este era el momento que había esperado. Por esto reclutó a jugadores que conocía hacía más de 14 años y sabía que eran ganadores de la Liga Nacional y otros campeonatos, por lo tanto, se acomodaban a lo que tenía en mente para lograr su objetivo: darle un campeón nacional al pueblo que lo vio crecer y hacerse en la vida. Además, contaba con uno de los jugadores más importantes, quien acababa de ser campeón mundial con la Selección Colombia y tenía participación en varios equipos del país: Anderson Felipe, su hijo, quien hizo más robusto y sólido el proyecto de ser campeones.

Con el alma encendida el profe Tangarife se lanzó al maderamen

En cada movimiento, en cada indicación y el corazón latiendo al ritmo del balón, no solo estaba su honor y su reputación, sino la profunda gratitud hacia una comunidad que anhelaba esta alegría. No había espacio para las dudas, el tiempo y el esférico danzaban bajo la atenta mirada de 225.540 almas que, unidas por la pasión, se sentían parte del equipo de Dosquebradas.

El nombre de Carlos Tangarife ahora suena más que antes. Es un hombre modesto y amable, dedicado a su familia y al fútbol sala. Estudió entrenamiento deportivo en la Universidad Andina, lleva más de dos décadas vinculado al deporte y la recreación, ha estado en la Federación Colombiana de Fútbol de Salón y ha tenido a cargo la Selección Risaralda.

Foto/Cortesía Carlos Tangarife

Se crio jugando en el barrio El Diamante, donde las canchas de cemento rústico dejaron a aquella generación ardorosos recuerdos en los codos y las rodillas, pero también les enseñaron una la lección invaluable de que el dolor no se llora, se enfrenta con resiliencia, valor y una perseverancia inquebrantable.

Crecer en este ambiente le permitió soñar como los niños de su época, que veían el microfútbol como un pasaporte al mundo de los grandes equipos para lograr el salto al fútbol, como lo hicieron Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Philippe Coutinho, quienes desarrollaron sus habilidades técnicas en esta disciplina y luego las adaptaron al mejor espectáculo del mundo.

A pulso formó dos clubes de fútbol de salón: Talentos Dosquebradas y Tulliz FS, donde su hijo se formó a base de torneos y donde su familia siempre estuvo allí, dando muestras de que en un hogar unido hay buenos frutos.

Hoy, luego de figurar como entrenador del segundo mejor quipo a nivel mundial, Carlos sigue soñando con ser campeón mundial, dirigir la liga y ser entrenador de la Selección Colombia; desea formar buenos jugadores dentro de la cancha y grandes personas fuera de ella, para que a través del deporte sean serviles a la sociedad y ejemplares en la familia.

“El éxito de un entrenador es la disciplina, el trabajo, la constancia, estar luchando y persiguiendo un sueño que muchas veces llega, se esfuma o se va. Este es un deporte de masas y es el que más títulos le ha dado al país”, dice el estratega, quien además habla del secreto para triunfar:

“…la disciplina siempre vencerá al talento y a la inteligencia, porque siempre tendrás que trabajar, pero con disciplina y constancia los sueños llegan”.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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