Santiago Agudelo en Ajedrez; con mente y genio de Maestro

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Santiago Agudelo, el niño prodigio del ajedrez de Caldas, enfrenta a sus rivales con temple a pesar de que muchos lo doblan en tamaño y triplican en edad.

Aunque inicialmente Santiago enfrentaba sus partidas con temor y lágrimas, especialmente cuando sus oponentes lo superaban ampliamente en tamaño y edad, el amor y el apoyo incondicional de sus padres fueron cruciales para que superara esos miedos, transformando su timidez en una retadora serie de jugadas que asombran a los ajedrecistas más experimentados de Caldas.

A sus seis años, Santiago ya es Campeón nacional y figura como una de las mentes más prometedoras del país en el deporte ciencia. Su corta estatura –no sobrepasa el metro y medio– contrasta con su destreza para el enroque, el gambito de dama o el jaque mate, jugadas que ejecuta cada vez con mayor maestría. Esto quedó demostrado el pasado fin de semana en Villamaría, cuando jugó en simultánea contra más de treinta adultos y solo perdió una partida contra su propio hermano Jacobo, de nueve años.

La tímida sonrisa de Santiago se transforma frente al tablero en una serie de jugadas audaces que sorprenden a los experimentados ajedrecistas caldenses, quienes han visto caer sus piezas ante la destreza de un niño cuyas pequeñas manos ejecutan grandes decisiones.

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Muchos se preguntan cómo desarrolló su talento para el ajedrez

Para sus padres, Horacio y María Camila, todo comenzó desde el embarazo: los niños escuchaban música clásica como Mozart y Beethoven, lo que estimuló en ellos aptitudes favorables para su desarrollo, que luego se tradujeron en logros concretos.

A los cuatro años, Santiago ya estaba compitiendo y para sorpresa de todos, incluso logró vencer a su hermano, el campeón del Eje Cafetero. El entrenador Agustín Nieto, del club El Enroque de Villamaría, reconoció su potencial como «un pequeño grande del tablero».

Para evitar rivalidades, sus padres propiciaron espacios familiares en los que los tres hermanos compartieran juegos y actividades musicales, reforzando así los lazos de hermandad y amor. Hasta ahora, el esfuerzo familiar ha dado frutos: Jacobo se destaca como uno de los mejores pianistas clásicos del país, Victoria es gimnasta y cantante, y todos celebran los logros de los demás como propios.

Foto/Jonh Jairo Bonilla para Semilleros Deportivos

Hoy, Santiago tiene objetivos claros: estudiar, compartir con sus hermanos y aspirar a ganar en campeonatos como el Panamericano de Lima, para el que la familia busca recursos con esperanza y dedicación. Si logra el primer lugar, sería el primer niño de siete años en la historia de Colombia en competir en un mundial de ajedrez representando a América.

Expertos consideran que podría convertirse en el octavo gran maestro de ajedrez colombiano. Las pruebas de coeficiente intelectual (144) ratifican que es un niño superdotado, y para su familia y entrenadores, es ya un pequeño gigante en el tablero.

Horacio Agudelo, recuerda cuando el entrenador Agustín le advertía sobre las capacidades de su hijo:

“El ajedrecista de su familia no va a ser Jacobo sino Santiago, porque además de la parte cognitiva, tiene un perfil y una sagacidad, que es aparte de ese gran coeficiente intelectual que deben tener los ajedrecistas para poder entrar en la partida a proponer, destruir un patrón o una apertura o un medio juego y eso lo tiene su hijo”

Considero que el piano y el ajedrez son herramientas muy importantes en la iniciación de los niños y ojalá en las instituciones educativas y la primera infancia se vieran estas clases. Y respecto a mis hijos, los acompañaré y apoyaré en sus metas” dice el profesor de música, Horacio Agudelo.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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