Santa Marta debe florecer después de los Juegos Bolivarianos

Foto / Carlos Marín

La capital del Magdalena asumió el reto de organizar los XVIII Juegos Bolivarianos 2017, donde la construcción de nuevos escenarios deportivos fue una de las pruebas más difíciles, después sostener la logística de cada evento deportivo. Con esto los samarios esperan que la ciudad tenga un antes y después en la historia. 

Por: Carlos Marín

La Perla de América como es conocida Santa Marta inauguró los Juegos Bolivarianos el 11 de noviembre 2017, a la vez que empezó una carrera por demostrar a los países de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo), conformada por Bolivia, Chile, Colombia Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú su capacidad en la coordinación de grandes eventos. ¿Lo logrará a 4 días de culminar las justas deportistas?

La respuesta en cuanto a escenarios deportivos fue satisfactoria, la ciudad caribeña cumplió en la construcción de 11 grandes espacios donde se destacan un estadio de Fútbol, un complejo acuático, dos coliseos, un estadio de Sóftbol, patinódromo, pista de BMX, estadio de Atletismo, entre otros lugares.

Todo un despliegue que en lo económico y deportivo supuso una inversión  cercana a los $ 200 mil millones, dinero que desde que la Odebo designó a Santa Marta como sede oficial de los Juegos Bolivarianos, en Trujillo, Perú (2013) no fueron sencillos de conseguir. Desde el 2013 hasta la fecha, la búsqueda de recursos fue lo más complicado para las justas deportivas.

Sin embargo Santa Marta le cumplió a Colombia, le cumplió a la Odebo y le está cumpliendo a los deportistas. En esta cita histórica son 39 disciplinas deportivas, más de 4 mil atletas y aproximadamente 7 mil personas que arribaron al departamento del Magdalena por esta fecha, entre miembros de ministerios de deportes de Surámerica, empresarios del deporte, familiares de deportistas y periodistas de cadenas nacionales e internacionales. Hasta ahora el balance es positivo.

¿Cómo se ha visto Santa Marta?

Una ciudad costera donde su mayor atractivo es el mar, el sol y las playas que engalanan un territorio que a diferencia de grandes urbes en Colombia tiene falencias ignoradas por los Gobiernos. Santa Marta es una ciudad olvidada; pero con la fortuna de estar frente al mar, parece que la arropa el inmenso sol que acompaña sus cálidas tardes.

Sus calles se inundan en cada aguacero, la malla vial no parece estar acorde a las necesidades que en movilidad y desplazamiento requieren los visitantes. Aunque los trayectos son cortos, se hace dispendioso llegar por los tramos de difícil circulación. El acueducto y alcantarillado tienen un retraso de 50 años.

Como la mayoría de ciudades de Colombia, la movilidad no mejora en horas pico, el sistema de transporte cumple con lo mínimo para una población cercana a los 450 mil habitantes.

La clase política no se escapa, su actual Alcalde se encuentra en una polémica interior porque al parecer utilizó los Juegos Bolivarianos para promocionar candidaturas políticas en el futuro.

Parece que los habitantes están agradecidos, al igual que conformes por lo que en la Bahía de América se ha hecho en sus 492 años de historia. Realmente es una perla para la memoria de Colombia ser la ciudad más antigua del país; habría que prestarle mayor atención después de la reunión bolivariana.

Sin duda como ocurre en Colombia, la mejor versión la muestran sus habitantes. El costeño samario, aunque afanado por conseguir dinero sin mucho esfuerzo, se deja seducir por la humildad y se reconoce en la necesidad del otro. El alma del costeño es un aliciente para una porción de tierra caliente que se enfría cuando el ser humano aparece.

¿Logística en los eventos? 

Pese a que Santa Marta le ha cumplido a la Odebo, en la coordinación de diferentes espectáculos se han visto baches, estadios sin electricidad, poca planeación al ingreso a los espectáculos deportivos, inconformismo de delegaciones visitantes con condiciones como las áreas habilitadas para prensa, entre otras circunstancias que todavía no empañan las justas deportivas, pero que podrían generar un descontento mayor faltando cuatro días para la clausura.

La jornada inicial de Rugby tuvo que ser suspendida por la Word Rugby no autorizó el campo donde se están desarrollando los partidos entre las diferentes selecciones; pero esto no fue impendimento, la Odebo respondió que era un evento particular y que podía realizar las competencias sin su consentimiento.

En general hay que reconocer el esfuerzo que Santa Marta ha hecho para responderle al mundo del deporte en la apertura del ciclo olímpico hacia Tokio 2020, en esta ciudad debutaron y debutarán cientos de deportistas que podrían estar en Asia en un par de años cuando el Pebetero Olímpico se encienda, y quedará en la memoria de quienes visitaron Colombia, que allí empezó todo.

“Unidos somos más. Más deporte, más región”

Compártelo para hacer grande nuestro deporte

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *