Padres y madres felices con el Torneo Nacional de Tenis Chiquitines
Padres y madres felices con el Torneo Nacional de Tenis Chiquitines
Foto/Archivo Club Campestre de Pereira
Con deportistas de todo el país, el deporte blanco ha engalanado durante 25 años el Club Campestre de Pereira, el Torneo Nacional de Tenis Chiquitines, sin duda ha marcado la historia del tenis de aquellos que apenas inician en el mundo del deporte.
Por. Andrea Mesa Quiceno y Edwin Herrera Bartolo
Donde hay niños y niñas, hay familias y este es precisamente el caso del “Torneo Chiquitines”, las historias de padres que apoyan a sus hijos abundan, padres orgullosos de esos pequeños que comienzan a experimentar las mieles de la victoria y la derrota. Y es que en el iniciar la práctica deportiva, será fundamental el apoyo decidido de los padres de familia, quienes dan el impulso necesario y en ocasiones, dan mucho más, como el apoyo económico para que sus pequeños cumplan sueños.
La historia del Torneo está llena de aprobación por parte de padres de familia, quienes con felicidad y satisfacción aprueban el desarrollo de este certamen, deseándole otros 25 años aportando a la niñez y juventud de Colombia.
Foto/Archivo Club Campestre de Pereira
Este es el caso de Naid Heredia, quien comenta que aunque en Colombia hay varios torneos de semilleros, Chiquitines encabeza la lista de los mejores, a los 5 años su hijo Samuel comenzó a participar, desde entonces han pasado 6 años y para Naid están llenos de grandes recuerdos con el torneo.
“Torneo Chiquitines ha sido maravilloso para nosotros, promueven la integración de los niños y eso es fundamental, también les permite entrar al proceso de competencia de una forma muy sana”, este Padre convencido de la importancia que hay en que los niños y jóvenes practiquen deporte, piensa que la integración del niño con el mundo deportivo alrededor de la familia es muy satisfactorio “el Torneo es totalmente familiar, nos deja grandes recuerdos como familia porque es más importante la integración, la competencia pasa a un segundo plano, porque a pesar de haber competencia, hay integración y todos ganan, ganan experiencia y es una fiesta de niños muy interesante”
Foto/Pablo Bohórquez
Naid comenta que como papá, siempre luchó para que Samuel estuviera en Chiquitines, ese primer paso en el mundo deportivo, para él siempre fue un anhelo, reconociendo todas las bondades del certamen “el club arropa muy bien a los niños, eso es fundamental, por eso Samuel no ha faltado en ningún año, fue subcampeón dos veces y campeón del año pasado con 10 años, para mí ha sido muy gratificante porque es el mismo proceso que hizo Santiago Giraldo, es la escuela de formación y quiero que Samuel la viva de igual forma”.
Los padres son una pieza clave en el proceso deportivo, cuando hay desmotivación, los padres hablan al oído y dan otro aliento y al iniciar los viajes y la competencia, ellos son los máximos patrocinadores; sin duda, el Torneo Chiquitines es la escuela, no solo para niños sino para los Padres quienes promueven activamente que sus hijos participen y viajen de diferentes lugares del país, como el caso de Luis Alberto Higuita quien desde el Atlántico ha vivido momentos llenos de júbilo con la participación de su hija Mariana Isabel Higuita Barraza en el Torneo.
“Mariana es la campeona de 10 años el año pasado en la categoría Sencillos y Dobles, es una experiencia hermosa para los niños, conocen muchos amiguitos de otras partes, disfrutan un Torneo con todas las de la ley”
Cuenta Luis Alberto que como padres, llevaban a Mariana más con la excusa de pasar un tiempo de diversión alrededor del deporte, pero con el paso del tiempo, Chiquitines fue un paso vital para que ella cogiera amor por el tenis “hoy Mariana tiene 10 años y a pesar de su corta edad, ya está en Torneos de la Federación, es un aprendizaje que debemos agradecer a la participación en el Torneo, yo motivaría a los padres para que apoyen a sus hijos a participar en él, porque son muchos los beneficios que como padres hemos encontrado”.
Foto/Archivo Club Campestre de Pereira
También es el caso de María Cristina Espitia, una bogotana que desde hace 3 años reside en Ibagué, y que también ha visto en el torneo una bendición, sin importar que como familia debían viajar, “ha sido una experiencia maravillosa, desde que Camila mi hija aprendió a jugar tenis, solamente hemos visto bendiciones, la participación en el torneo le ha permitido desarrollar muchas cosas positivas como responsabilidad y compromisos, aprender sobre la derrota, luchar contra sus temores en la cancha y sin duda ha habido un gran crecimiento personal”.
Aunque ya Mariana no participa por su edad, su Madre recomendaría sin ninguna duda la participación en el torneo “yo lo recomiendo 100%, es la mejor experiencia, para ellos y para uno de padre enfrentar todos esos retos”. Hoy Mariana tiene una gran meta y es obtener una beca en los Estados Unidos a través de la práctica del tenis.
Foto / Pablo Bohórquez
Germán Gómez es otro caso de inmensa satisfacción con el Torneo Chiquitines, su hijo Mateo ganó 4 Torneos, pero más allá de las victorias, Germán reconoce que Chiquitines es la antesala para un aprendizaje que en la vida será inolvidable “la experiencia siempre ha sido bellísima porque empiezan desde muy niños a competir y a saborear lo que es la competencia como tal, cuando perdía el partido era un lloriqueo total, comenzó a tener los sinsabores del fracaso, pero ahí estábamos como padres para enseñarle que es parte de la vida”, para la familia Gómez, la experiencia es memorable, les permitió compartir grandes momentos de felicidad que hoy lo hacen sentirse orgulloso de los avances deportivos de su hijo, “como familia fue bellísimo ir a h
acerle barra y también recogerlo de las tristezas que le daba perder un partido, todas estas emociones y experiencias fueron muy importantes para Mateo, tanto que ahora se encuentra disputando torneos importantes en el exterior en la categoría mundial Junior ITF”.
Estos testimonios dan cuenta de una de las filosofías del torneo, la integración con los padres donde la familia es un pilar invaluable en la sociedad, le permite a Chiquitines continuar la proyección como certamen donde los aprendizajes deportivos son fundamentales, pero también las vivencias en familia, pensadas en el bienestar y óptimos procesos de formación para niños que empiezan a enamorarse de la raqueta.
