Diego Zuluaga, el cuarto mejor luchador en los 48 kg en Argentina

Foto / Comité Olímpico Colombiano

Dos derrotas y una victoria en sus tres combates dejó el balance final del risaraldense Diego Armando Zuluaga en suelo gaucho, donde culminó como el cuarto mejor de su categoría.

Un debut con buenas y malas tuvo el luchador risaraldense Diego Armando Zuluaga, quien en horas de la mañana del domingo 14 de octubre, entró al escenario para medirse ante el georgiano Giorgi Gegelashvili, en un combate donde se notó al deportista cafetero nervioso, pero con la consigna intacta de buscar dar una sorpresa, aunque el resultado final no lo favoreció y se vio superado por 12 – 1, dejando sus posibilidades reducidas en busca de una medalla de bronce.

En su segunda salida, el atleta adscrito a la Liga Risaraldense de Lucha Olímpica, demostró mejores movimientos, siendo más contundente contra su rival el representante de la República de Nauru, Daiziel Detudamo, obteniendo de esa manera una gran victoria por 10 – 0 que lo llevó a la disputa por la presea de bronce.

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Ya en horas de la tarde, 3:00 p.m. de Colombia y 5:00 p.m. hora en Argentina, Diego Armando entró por tercera vez en acción, ahora en busca de una medalla que podía ser también histórica para el departamento y el país, ya que nunca se había logrado llegar a esas instancias; pero en el tatami, los mejores movimientos los tuvo el turco Halil Gokdeniz, quien sometió a su rival y se quedó no solo con la medalla, sino con el sueño del deportista latinoamericano, que aunque dolido por su derrota, no bajó los brazos y por el contrario siempre buscó dejar en alto el nombre no solo de Colombia (al ser el único latinoamericano en la categoría), sino también el de Risaralda y el de todo aquellos que lo ayudaron para llegar hasta allí.

Foto / Comité Olímpico Colombiano

Un cuarto lugar que  cambia por completo el panorama de la Lucha Olímpica en el departamento risaraldense, porque ahora se puede decir que se tiene talento y de sobra y que el mundo fue testigo de un trabajo silencioso, pero que rindió de buena manera.

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