Jorman Campuzano y las injusticias al interior del Deportivo Pereira

Foto / Carlos Marín

Con el nuevo año llegan nuevas aspiraciones, nuevas ilusiones que se plantan de cara a la temporada que se avecina en el cuadro pereirano y aunque el ambiente que se siente es distinto, esto no puede permear las verdaderas necesidades que hay al interior.

Salir a decir que ya se le está cumpliendo a la gente porque se trajo a José Fernando Santa, porque se fue Duván Vásquez, es un despropósito, a la gente no hay que callarla diciendo «cumplimos», hay que ‘participarla’, esto en palabras del ex técnico Hernán Lissi que entiende más que cualquiera la idea de que la gente participe, lástima que al final el aceite que lo midió fue el mismo por el que se fueron sus coterráneos en 2016 y 2017.

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En Deportivo Pereira como en diversos clubes del país, no parece existir un mínimo de respeto por el recorrido del jugador, se le subestima en lo deportivo, emocional y profesional. Ese es el primer paso que debería dar el equipo, subsanar los detalles desde el interior, para luego mostrarse como una verdadera familia, como un verdadero proyecto. Sí es posible tener a todo el mundo contento; pero aquí no lo hemos experimentado.

No es un secreto que ahora las cosas están cambiando, están escuchando consejos, cómo no reconocerlo; pero no es suficiente. Pretender consolidar un base seria para el ascenso parte de la satisfacción del jugador y en Pereira no existe tal. Si el jugador no está satisfecho no va a sentir el deseo de transpirar la camiseta. Tal cual sucede en las empresas, ahora que tanto nos gusta hablar de fútbol como negocio.

Puedo citar un ejemplo claro: se lee poco coherente que la clausula de rescisión de Jorman Campuzano esté cerca a los 2 millones dólares, cuando al jugador ni siquiera se le ha reconocido un salario de acuerdo  a su rendimiento, un salario acorde el fútbol que ven los pereiranos. Hacer ese tipo de jugadas es atentar contra la carrera de un deportista, vacilar con sus sueños. Jorman vale tanto, pero al final no vale nada.

Foto / Pablo Bohórquez

La situación de Campuzano la salva que en el presente hay varios clubes grandes de Colombia que tienen los ojos puestos en su talento, también que es un jugador que siente los colores, por tanto, cualquier negociación que se haga con él para que se pueda quedar, le vendría bien al Deportivo Pereira, así a él este equipo ya no tenga nada que ofrecerle. Tengo entendido que Santa lo tiene en sus planes, no tengo claro si Jorman corresponda a ese deseo.

Siguiendo a Campuzano durante el 2017, fue notoria la diferencia entre el Campuzano del primer semestre y el Campuzano del segundo semestre, quisiera interpretar que nada de esto tiene que ver con el tema económico, porque en el Deportivo Pereira de Alberto Bulleri, según declaraciones de varios colegas en las diferentes emisoras, habían deportistas con sueldos exagerados para su rendimiento. ¿Cómo hacían?, ¿Cómo se hace para pagarle a un jugador de fútbol de cuestionado rendimiento el salario que debería ganar un un jugador que partido a partido lo deja todo en la cancha?

Señor Candamil, el proyecto 2018 del Deportivo Pereira será un equipo conformado por jugadores inconformes con sus honorarios, o será un equipo donde la justicia laboral se vea. Seguirán trayendo deportistas con sueldos de $ 10 millones que arruinen la mentalidad de quienes han hecho camino en la ciudad o ¿cómo será?

Eso sin afirmar que varios futbolistas de la casa rojiamarilla no aguantan tanto… y esto no es de ahora, recuerdo la dificultad de Eddie Segura con Duván Vásquez, esa misma a la que ustedes llamaron una rabieta. No se me olvida.

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Si pudiera hablar con Jorman Campuzano le daría este consejo: ¡Váyase!, hágalo porque aquí las cosas que se muestran hacia afuera no son las mismas que ocurren hacia adentro, y con ese comportamiento «gerencial» es muy complejo que se logre el ascenso. Una cosas es construir un proyecto con estructura, otra contratar para tener contenta a la gente.

Estamos claros que la llegada de Santa es un gesto positivo; pero no es un gesto que permita pasar al ¡listo, lo trajimos¡ ¿qué más quieren?, eso es perturbador. No dañemos el buen ambiente que se está creando y escuchémonos, pero escuchémonos con consciencia.

Así pues señores aplaudamos que llegó Santa, que estará de nuevo Márquez, que se están trayendo jugadores que prometen como prometieron los del pasado; pero no se nos olvide que los problemas de nuestro Deportivo Pereira son de fondo y no de forma.

Finalmente no le escupan a la prensa en la cara. Ustedes han permitido que la prensa llegue a esa información, porque sus jugadas no son tan estratégicas como parecen, no sería sano después salir a culpar a los periodistas, porque somos los que nos arriesgamos a recibir negativas por manifestar lo que consideramos injusto. ¿O lo de Jorman es muy justo?

Cuenten conmigo para lo que sea, menos para decirle a un jugador de buen nivel, que no vale lo que realmente vale.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

 

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