Barranquilla ya cuenta con su propia ‘Ventana al Mundo’

Barranquilla ya cuenta con su propia ‘Ventana al Mundo’

Foto / Pablo Bohórquez

La arenosa aprovechó el ser sede de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, para construir el monumento que esperan sea símbolo de la ciudad.

Con 47 metros frente al mar y simbolizado por una ventana, Barranquilla ahora cuenta entre sus sitios turísticos con la ‘Ventana al Mundo’, el monumento por el que los barranquilleros y los miles de turistas podrán apreciar, no solo por su altura, sino por su colorido y belleza. Fue construido en la rotonda de la Avenida Circunvalar, una de las más populares y concurridas en la ciudad, por lo que será fácil el acceso al público, además que en la parte inferior en vidrio estampado se cuenta toda la historia de Barranquilla.

Aunque los encargados de la construcción tuvieron en consideración varias opciones, finalmente se tomó la decisión de hacer una estructura que representara la fusión entre la cultura y la industria.  Además como si fuera poco, se presentaron más de 100 propuestas en su licitación, pero solo la de la barranquillera Diana Escorcia, fue la elegida en un proyecto que costó alrededor de 6.000 millones de pesos y que se espera llegue a ser considerado como un ícono del arte moderno en la ciudad.

Foto / Pablo Bohórquez

Cristales laminados de tonalidades Rojo, Amarillo, Verde y Azul, que se mezclan para darle una increíble belleza a la estructura que ya genera muy buenos comentarios entre propios y extraños, como el de Luis Guerra Salcedo, periodista de Habla Deportes Barranquilla, quien en charla con Semilleros Deportivos dijo que “es una joya que le regala la parte empresarial a la ciudad, que además es un foco a la muestra del desarrollo que ha tenido Barranquilla en los últimos años, ahora con esta pieza que se llama ‘Ventana al Mundo’ como la bautizaron, se muestra que la Puerta de Oro es una mezcla multicultural, donde se acepta a todo tipo de gente, además de ser un espacio de esparcimiento”, puntualizó.

Su construcción apenas tardó cinco meses y participaron aproximadamente 300 empleados en una estructura que ya es considerada como la más alta del país, superando incluso la del Cristo de Bucaramanga.

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