¿Qué viene después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe?

Foto / Pablo Bohórquez

Aunque parece que la tarea se está haciendo bien, es necesario recordar que en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 no hubo representantes del Eje Cafetero en las justas, ahora, después de interpretar la complejidad de un Ciclo Olímpico más, el trabajo se debe analizar para llegar bien a Panamericanos. 

Poco a poco se puede entender el nivel de exigencia en el ciclo, el cual va a aumentando de acuerdo a un proceso que empieza en la región bolivariana, se extiende a Suramérica, luego se amplía en el entorno de Centroamérica y el Caribe y después pasa hasta el continente americano en los Juegos Panamericanos de la Organización Deportiva Panamericana, Odepa.

El recorrido le indica al atleta que su rendimiento puede ir en aumento, mas no lo obliga, de ahí que haya quienes logren registros de oro en los primeros juegos del ciclo, y no estén en las olimpiadas finales. Una reflexión que se entiende pasa por factores motivacionales, pero a la vez por otros factores que influyen, porque la llegada de un atleta a Juegos Olímpicos, no dependen enteramente de él.

Las federaciones nacionales, como órganos del deporte, tienen un trabajo serio, más que por la representación del país, por los sueños de sus encomendados. La labor transparente que ejerzan desde el orden nacional, influirá poderosamente en lo que se vive hasta el orden departamental y local, entiéndase las ligas deportivas y los clubes.

Seguramente decenas deportistas que representaron al país en Barranquilla, se están preparando desde ya para asumir otros retos, principalmente el cómo llegar a los Juegos Panamericanos, pelear esa clasificación está ahí, latente; pero es ese camino el que se debe aprovechar, tanto en deportes de conjunto como en deportes de individual, para asumir el trabajo que permita que la ilusión no termine en Lima, Perú 2019, sino que llegue hasta Asia 2020.

Foto / Pablo Bohórquez

Las federaciones deberán en este caso adjudicarse el compromiso con los deportistas y realizar  análisis pertinentes sobre lo que requieren para alcanzar un registro que los lleve a cumplir el sueño de competir en unas olimpiadas, luego incitar al empoderamiento de las ligas deportivas departamentales, a los clubes, a los entes del deporte territorial para que impulsen los procesos, pues serán quienes lleguen a Tokio 2020, ejemplos de superación, máximos referentes para las juventudes en las regiones.

Esto incluye un trabajo multidisciplinar con el deportista, desde lo técnico hasta los psicológico, vincular a diferentes áreas de las ciencias del deporte entorno a un objetivo común.

Podría parecer extraño, pero los deportes, donde mejor se trabajan estos componentes para la vida del atleta, no están inmersos como disciplinas para el Comité Olímpico Internacional, Patinaje es un ejemplo de ello. Una federación donde los esfuerzos por los deportistas desprenden campeones del mundo año a año. Luego, es importante trabajar más que lamentar, ocupar vacíos, sumar horas de entrenamiento, planificar lo que viene para el futuro. Eso requiere valor, disposición, y por supuesto más recursos económicos para que el ecosistema del deporte no preocupe al atleta en su caminar.

¿Qué necesitan los atletas para llegar a los Juegos Olímpicos?, no es una pregunta fácil de responder, porque tal vez se ha trabajado mucho, pero no bien y lo suficiente, porque en Río, no se conoció su respuesta.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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