Periodismo – Deportivo – a revaluarse y a reinventarse

Foto/Suministrada

Es muy fácil asumirse como periodista deportivo, especialmente de fútbol, sobre todo porque los medios de comunicación tradicional se dedican a ello, a transmitir, analizar, polemizar y divulgar con detalle todos los aspectos del fútbol local, regional, nacional, internacional… hasta universal, algo que para personas como yo, termina siendo bastante “curtido”, cuando las emociones se centran en los mismos equipos, en los mismos jugadores y hasta aparecen los mismos periodistas en escena; seguramente habrá quienes no estén de acuerdo con esta afirmación, pero es mi opinión luego de enfrentarme a otras disciplinas deportivas, de las que he aprendido cuando menos, a respetarlas y reconocerlas como tal.

Siendo Comunicador Social y habiendo jugado también al fútbol, podría decir que es más fácil hablar de fútbol, aunque es mucho más difícil escribir de fútbol, tal vez por eso veamos tantos ex-jugadores de fútbol, hablando y no escribiendo.

Hace poco, el reconocido periodista deportivo Ricardo Henao, cuestionó públicamente el hecho de que los ex-jugadores estén como entrevistadores, analistas y protagonistas en los medios de comunicación; y es cierto, pasaron de ser fuentes de consulta, a convertirse en analistas del contexto, lo cual para mí, no es un pecado y menos con la carga de subjetividad que le inyectan al comentario. Todo pasa, por la manera de ver y vivir el fútbol.

Creo que el periodismo en general, no solo deportivo, debe revaluarse, y uno de los aspectos relevantes para ello es reinventarse; primero en sus niveles de organización y de gremio, la cual es muy débil en Colombia; y segundo en sus posibilidades de reconocer y aceptar la realidad.

A mi parecer, el gremio periodístico en Colombia no ha protegido su mercado, como si lo han hecho otros sectores de la economía; y pese a que la ley dispone del derecho a la libertad de opinión, el ejercicio periodístico se convirtió en el “escampadero” de quienes, sin haber realizado estudios, se asumieron con el título, a un bajo costo de producción informativa, la misma que fue aceptada y contratada por los medios de comunicación masiva. Algo también alimentado por la amplia y variada oferta académica enmarcada en la tecnificación de los oficios que integran esta profesión.

Hoy, cuando la profesión se encuentra deteriorada, no solo manipulada y mediada por los intereses de un particular, se ve además sometida a la constante amenaza de la inmediatez promovida por las redes sociales y por la cultura facilista del consumo que los mismos ciudadanos se encargan de difundir a cada instante, sin percatarse de su veracidad, imparcialidad, y hasta estructura informativa.

A veces me cuestiona el hecho de que los lectores, los tele videntes, los oyentes, y hasta los mismos internautas, ignoran los géneros informativos (obviamente no puedo generalizar porque existen excepciones); les parece que una noticia es lo mismo que una opinión, y que un artículo editorial puede ser a la vez un reportaje. Desde allí, reinventar nuestra profesión, comienza por hacernos una auto crítica que establece la necesidad de enseñar en otras disciplinas y profesiones, cuando menos, los conceptos básicos del periodismo.

Si de reinventar la profesión se trata, entonces es necesario que las escuelas del periodismo y la comunicación social, entren en los procesos de formación integral de otras áreas disciplinares que a diario ven la potencialidad periodística en sus abogados, economistas, arquitectos, médicos, ingenieros, politólogos, administradores de empresas, modelos, y ahora futbolistas.

Es decir, los periodistas titulados, con experiencia en campo, y con un verdadero ejercicio, no solo en el campo deportivo, sino también en las diferentes esferas de la vida cotidiana, podemos dedicarnos a formar los próximos periodistas que no necesariamente pasarán cinco años por la academia centrados en esta profesión, pero que sí recibieron la formación necesaria para concebir cuando menos la diferencia entre una fuente de consulta y un género periodístico.

En otras palabras, nuestros amigos ex futbolistas necesitan formarse, antes que señalarse. Esto aplica también para otras profesiones. La pregunta que me hago es, ¿existe la necesidad percibida de su parte, o por lo menos la exigencia de sus empleadores, incluso cuando menos la oferta que dé respuesta a esta necesidad?

El tema, que toca tantas aristas, y que por supuesto se queda corto en esta columna de opinión, es solo una propuesta y un llamado con sutileza, para repensarnos la profesión y rescatar de sus principios y fundamentos ese valor agregado para dignificarla ante las nuevas realidades que propone esta modernidad.

«Unidos somos más. Más deporte, más región»

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1 respuesta

  1. Lucila Ospina P. dice:

    “Zapatero a tus zapatos”. La calidad no se improvisa.Cada gremio debe hacer respetar su profesionalismo. Formación de asociaciones que sean el pilar , en el ejercicio de cada profesión y en la formación continua de sus profesionales.

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