La buena campaña del Grande Matecaña

La pregunta que emerge luego de observar una buena campaña, como la vivida hasta ahora, es... ¿qué ha cambiado con respecto a los años anteriores?

Foto / Carlos Marín

Además de cacofónico, también suena paradójico, si se compara la realidad actual del Deportivo Pereira con la que hace uno y hasta dos años atrás se vivía en la ciudad y especialmente en la fiel hinchada.
Está claro que el panorama actual es mucho más alentador en términos de rendimiento deportivo, resultados, nivel de los jugadores, diversidad de gol, seguridad en la defensa y liderazgo sostenido en el Torneo Águila.
Hasta ahora, tampoco se observa un equipo que ponga en aprietos de consideración al equipo de la Perla del Otún, salvo el Cortuluá que supo ponerle freno al invicto de este año, pero que en poco amenaza la seguridad  mental que parece tener el equipo a la hora de jugar en casa y marcar diferencia de goles y de nivel competitivo.
Es cierto, la hinchada está contenta, asiste al Estadio como respuesta a las estrategias de mercadeo que se han diseñado para cada encuentro,  pero sobre todo lo hace porque el equipo ha vuelto a llamar la atención, con buenas presentaciones y abriendo la puerta de la esperanza por un posible, necesario y rogado ascenso de categoría.
Al parecer, todo está dado para que este año las coincidencias lleguen a buen término, por lo menos en lo futbolístico y en las aspiraciones de elevar la categoría. Aunque la experiencia y la historia recuerden que “es mejor no ilusionarse”, porque “en la puerta del horno, también se quema el pan”.

Foto / Pablo Bohórquez. Pablo Vidde al lado de Néstor Craviotto.

La pregunta que emerge luego de observar una buena campaña, como la vivida hasta ahora, es… ¿qué ha cambiado con respecto a los años anteriores?, ¿por qué las buenas decisiones, no se tomaron anteriormente?.
Sin duda, el regreso del cuerpo técnico liderado por Néstor Craviotto y su asistente Pablo Viddé le dieron el primer gran voto de confianza a un nuevo proceso, también acompañado por el joven entusiasmo de Luis Felipe Eusse en la Gestión Deportiva. A ello, la llegada de jugadores experimentados y de peso deportivo que se sumaron a la continuidad de una base de jugadores que conforman el patrimonio deportivo de la institución.
Pero en otro sentido, y tal vez el más importante ha sido recuperar el acompañamiento de los seguidores, de la hinchada que cuando menos ha podido regresar al Olímpico Hernán Ramírez Villegas con ofertas que hacen posible su presencia, a costos moderados y en mínimas condiciones de comodidad.
La curva de rendimiento se ha ido incrementando con el pasar de la competencia. Un aspecto que pone al grupo de jugadores en un buen nivel para los juegos que se avecinan como cierre de este primer semestre de competencia y que por supuesto va a exigirles mayores niveles de concentración, decisión y determinación para imponerse en el evento futbolístico de la segunda categoría en Colombia.
La esperanza está puesta de nuevo en la fe de los hinchas matecaña, que vuelven a cantar y a vivir el sueño del ascenso. Esperemos que siga la buena racha ganadora y goleadora, que los acompañe hasta el final y permita un regreso de categoría, ojalá en compañía de su vecino de barrio, el Deportes Quindío con quien además prepara el clásico regional el
próximo 15 de abril. De llegar ambos equipo en la parte alta de la tabla, se estará augurando toda una fiesta deportiva en el estadio de Pereira. Ojalá sea así.
“Unidos somos más. Más deporte, más región”

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