Un espectáculo, es la sed del fútbol regional
Un espectáculo, es la sed del fútbol regional
Foto/Suministrada
Una fiesta sin igual se vivió en el estadio Alberto Mora Mora en lo que fue la final de la versión 35 de Copa Ciudad Pereira, jugada el pasado miércoles 10 de enero.
Por. Jhon Hadison Aguirre Escobar
Una asistencia sin igual, todas las tribunas colmadas de espectadores y seguidores del fútbol que ofrecieron las cuatro escuadras protagonistas. Sin duda un espectáculo, una fiesta al mejor estilo de los hinchas pereiranos. Este escenario me dejó varias reflexiones.
La primera es la calidad de fútbol que se vio en esta versión de la Copa, un torneo que aunque tiene la posibilidad de presentar jugadores profesionales y ex-profesionales, su base se constituye con jugadores de la región, muchos de ellos juveniles con intenciones y proyecciones de llegar al fútbol profesional, lo que se traduce en ganas, entrega, pasión y compromiso con sus equipos en la cancha.
La segunda, es que la asistencia para el encuentro final, correspondió con dos equipos que mueven gran afluencia de público, como lo es una comunidad universitaria del orden público en el caso de la UTP y un importante sector de Pereira como lo es Cuba, que en definitiva garantizaron la afluencia de sus seguidores. Sin embargo no todos los asistentes iban por una u otra escuadra, en realidad asistieron por ver un gran espectáculo futbolístico.
De otro lado, es también destacable la actuación de ambas escuadras en la gran final, un juego limpio. Los talentos del fútbol regional dieron ejemplo de una final centrada en jugar fútbol, en no retardar las jugadas con falsas escenas de golpes o lesiones, si hubo juego fuerte no fue mal intencionado y al final, el juego limpio imperó, demostrando que es posible un espectáculo centrado en lo meramente deportivo.
Foto / Pablo Bohórquez
La cuarta apreciación que me queda, es que todo el público que puso a prueba las instalaciones de histórico Fortín de Libaré, expresó con su asistencia la sed por un verdadero espectáculo futbolístico. Por primera vez, comentó Augusto Ramírez, se hizo la ola entre los asistentes desde oriente hasta occidente. Otra vez, dicen los periodistas más recorridos, “se volvió a ver el morro lleno de aficionados”, y en esta ocasión hasta la misma logística del evento y el apoyo de la Policía Nacional se notó preocupada por la cantidad de espectadores.
En conclusión, quedó demostrado una vez más que Pereira y sus municipios vecinos tienen suficiente seguidores como para llenar un estadio, que hay sed por volver al espectáculo futbolístico y que además de ser una numerosa hinchada, está dispuesta a responder si hay una fiesta que invite al goce y al disfrute del fútbol en paz.
Que bueno fuera que este año regresara la verdadera fiesta del fútbol al Estadio Hernán Ramírez Villegas, incluso al Estadio Centenario de Armenia y al mismo Palogrande de Manizales; que bueno fuera volver a encontrar un fútbol respetuoso y de calidad para los hinchas y seguidores, que independientemente del valor de la boleta, asistan a gozar y a disfrutar el fútbol con la familia y con los amigos, tal cual como se vivió en la final de la Copa Ciudad Pereira, el torneo que conquistó el corazón de los pereiranos.
Felicitaciones a los asistentes, y a los talentosos jugadores regionales que demostraron tener argumentos para ofrecer fútbol de calidad.
