El entrenador es un referente para el deportista

Enseñar con el ejemplo es un postulado que no pierde vigencia y que teje procesos formativos, entre el deseo del niño por superarse, y las intenciones del preparador en verlo avanzar en el camino.

Foto / Carlos Marín

Los procesos de iniciación en el deporte se convierten en etapas fundamentales en la vida de los niños y niñas, porque complementan el desarrollo de una vida que atraviesa transformaciones en habilidades psicomotrices en relación a las prácticas cotidianas.

Por eso el trabajo del entrenador deportivo en clubes que se enfocan en ciclos de iniciación es importante. Más aún cuando son profesionales capacitados en el área.

En ese sentido, a los niños y niñas hay que dejarlos sostener una relación de confianza con el entrenador, permitirles que se establezca una comunicación constante en el entorno deportivo, para que el deportista que apenas inicia su camino, comprenda los principios básicos de su disciplina y los incorpore de manera correcta en el devenir de cada actividad.

Luego, la figura de las familias juega un papel que simultáneo cumple una función también importante, permitir o no permitir que el niño se entienda como un individuo con capacidades de relacionarse de manera asertiva con sus pares, y con la figura del entrenador como guía del proceso.

Foto / Carlos Marín

Cuando las familias intentan ingresar en el campo del entrenador, posiblemente impacten de manera negativa el trabajo que se ejecuta en ese camino del cumplimiento de metas con el deportista; es por eso que se le pide a los padres y madres no interferir de manera desacertada durante una competencia, incluso antes o después de ella.

En esa relación familia-deportista-entrenador, es necesario que existe una comunicación constante, en relación a los objetivos que se quieren alcanzar, para que ninguna de las partes se desentienda de lo que se quiere lograr, y sobre el final el resultado sea de aprendizaje.

El  papá no hará las veces del entrenador, porque para eso confío en un profesional, ni la mamá hará las veces de juez, porque para eso permitió a su hijo o hija, vincularse a una institución que tiene la experiencia para desarrollar labores en el campo deportivo.

Las familias en su papel, aportan en la vida del sujeto, apoyándolo en su evolución, o en el caso que exista desmotivación, impulsándolo desde el afecto hacia la activación de sus emociones en relación a las virtudes que posee, para que se reconozca como un sujeto con habilidades y destrezas al interior de un colectivo.

Las familias harán las veces de consejeras, pero no de entrenadores, algo que ocurre con frecuente por el frenético deseo que tienen que sus hijos se proyecten como deportistas de élite. Pero no lo serán, si no permiten al niño disfrutar todo eso que lo rodea, incluso a esa figura del entrenador, porque este se convierte en un referente para ellos.

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