Carreras de atletismo, requieren mayor nivel de organización en el Eje Cafetero
No se puede olvidar que el atletismo es una disciplina exigente en su esencia, pero que aliada al sector turístico, combina una relación recreativa y deportiva fuerte...
Las dos últimas carreras de atletismo que se han corrido en Risaralda, dejaron entrever niveles de organización que requieren mayor atención.
Está bien si se reconoce que son varias las carreras atléticas que en el Eje Cafetero se cumplen durante el año; la mayoría de ellas enfocadas en promover la práctica del atletismo en diferentes modalidades (trail – montaña, cross country o calle) aunque de forma aficionada. En pocas versiones el nivel de la alta competencia o élite está presente, lo cual ya traza un enfoque que debe contemplar una mirada, si se quiere más de preparación previa a otras competencias, o de nivel recreativo y hasta turístico.
Sin embargo, el deseo de muchos atletas del país (entre ellos aficionados y otros más experimentados), es participar en eventos bien organizados, que cuando menos respondan a sus intereses de asistir, integrarse y disfrutar de los encuentros con otros corredores, pero también y de forma expresa manifiestan su interés en conocer los registros o tiempos en los que se cumplen los recorridos, ojalá siempre con la mayor precisión. Por ello, el juzgamiento basado en tiempos con chip resulta ser el ideal.
Hasta ahora, los eventos en la materia que se desarrollan en el Eje Cafetero, han sido más recreativos que de alta competencia, no ofrecen mayores niveles de organización, ni siquiera carreras tan tradicionales como la Marco Tulio Castro dejó buena sensación en su desarrollo, y el II Trail del Eje Cafetero fue un espacio cuya planeación es evidente, requiere de mayor y mejor asesoramiento.
Las 5k Correr es Vivir Tena, la Expedición Bodythec, la Marathon del Nevado del Ruiz y las 5k y 10K que organiza la Secretaría de Deporte y Recreación de Pereira en fiestas aniversarias, dieron muestras de niveles de organización más completos. Sin embargo, las dos primeras son diseñadas, convocadas, realizadas y juzgadas por empresas privadas foráneas a la región, por lo cual surge la pregunta ¿y los organizadores de la región, cómo se están preparando para dar respuesta a los intereses de atletas nacionales y hasta internacionales que ven en el Eje Cafetero alternativa y oportunidad para correr?
Foto: Carlos Marín
Con excepción de la Marathon del Nevado del Ruiz, ninguna de las carreras exige niveles de alta competencia o realmente el nivel élite, pero ello no implica que no se deban asumir procesos de planeación más detallados, que contemplen y garanticen aspectos mínimos como la promoción y el proceso de inscripción previa, la hidratación de los atletas, los auxiliares o guías en los recorridos, así como la seguridad de los deportistas.
Más allá de grandes bolsas de premios o la promesa de un kit novedoso o completo, los operadores u organizadores de estos eventos deben contemplar como gran atractivo de las carreras atléticas, la integralidad de su organización, porque de los pequeños detalles surgen los grandes amores.
El atletismo de calle, de montaña o a campo abierto, son modalidades de una disciplina con gran potencialidad en el país y en la región. Por ende, elevar los niveles de organización, desde el diseño de recorridos técnicamente analizados, el proceso de juzgamiento con ayuda tecnológica, una adecuada información previa, durante y posterior al evento, mayor y mejor visualizaciòn mediática, son retos que se deben superar para el 2019, con el fin de satisfacer la demanda y sobre todo el deseo de miles de corredores de Colombia y otros países interesados en conocer y descubrir el Eje Cafetero trotando.
No se puede olvidar que el atletismo es una disciplina exigente en su esencia, pero que aliada al sector turístico, combina una relación recreativa y deportiva fuerte, necesaria de ser bien canalizada para hacer del Eje Cafetero un gran centro para el desarrollo deportivo del país.
